Por Alfredo Infante
Como ciudadano que observa
el acontecer político nacional en esta agitada atmósfera pre-revocatorio,
observo algunos indicadores de miedo en los personeros del estatus quo político
y sus seguidores. El miedo es la única razón de sus estratagemas para impedir
el revocatorio en 2016. Jorge Rodríguez, su vocero más visible, viene
insistiendo hasta la saciedad que “no habrá revocatorio ni en 2016, ni en 2017”
¿A qué le temen? Veamos:
1.El gobierno teme medirse
en las urnas al hambre del pueblo. Saben que la realidad de Juan no es como la
pinta VTV y su “hegemonía comunicacional”; pura ficción. La propaganda oficial
no alimenta y, por el contrario, termina siendo una burla para la gente que día
a día lucha por sobrevivir.
2.Todas las encuestas
indican una pérdida arrolladora de respaldo popular al gobierno ante un
eventual referendo revocatorio 2016. Todo indica que el Psuv perdería la
consulta y, en consecuencia, el Presidente Maduro cesaría en sus funciones.
3.Las elecciones
parlamentarias del 06 de diciembre demostraron, entre otras cosas, que el
chavismo tiene “poder de facto” pero muy poca legitimidad. En palabras sabias
de Monseñor Diego Padrón, presidente de la CEV: “las elecciones legislativas
fueron un auténtico referendo”.
4.De perder el ejecutivo
perderían el control de las dos instancias de elección popular como lo son el
Poder legislativo (ya con mayoría opositora) y el Poder ejecutivo. El
control de estos dos poderes le permitió desde 2005 al partido de gobierno
coaptar los demás poderes de no elección popular: CNE, Poder Ciudadano,
TSJ. Con los resultados del revocatorio temen Perder la venia inconstitucional
de los tres (3) poderes de no elección popular.
5.Como efecto dominó la
derrota se evidenciaría también en las próximas elecciones de alcaldes y
gobernadores. En estos eventos ya no contarían con la plataforma del Estado que
les ha permitido hasta ahora acceso discrecional a los recursos públicos,
poder de chantaje y la plataforma de las instituciones del Estado
como maquinaria del partido.
6.Al perder el revocatorio
mostrarían su desnudez pues se evidenciaría su pérdida de legitimidad
(respaldo popular) y quedaría anulada su capacidad de
privatizar para sus intereses de grupo las instituciones públicas como hasta
ahora se ha venido haciendo.
7.El referendo es una
crónica de una muerte política anunciada para el partido de gobierno. De
perderlo, como indican las encuestas y la intuición sensible de quien está en
la calle, el Psuv no contaría con la maquinaria clientelar del Estado y
se debilitaría a consecuencia del destete. Algo así pasó en su tiempo con
Acción Democrática, correría la misma suerte, porque son siameses en sus modos
de hacer política aunque no en sus contenidos ideológicos.
En resumen: todas las
estratagemas descaradas del TSJ, del CNE, unidas a la creciente militarización
del Estado, son señales claras de que el partido en el poder tiene
miedo y se resiste a morir para dar paso a un nuevo ciclo político que esperamos
sea concertado por el bien del país.
19-08-16
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