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miércoles, 31 de agosto de 2016

Varios Revocatorios, @Ismael_Perez





Por Ismael Pérez Vigil, 27/08/2016

No es uno solo, son varios los referendos revocatorios que vamos a tener este año.

El primero, es un revocatorio compartido por todos los venezolanos, sin distinción; es ese que tenemos todos los días, cada vez que hacemos cola para comprar comida, medicinas, pan, o para esperar el autobús y la camionetica, sobre todo si esta lluvioso. Es un revocatorio que nos sale de lo más profundo, como el que nos sale cuando nos acordamos de los familiares y amigos que ya no están, porque fueron asesinados para quitarles dinero, un celular o un caro; o que se fueron de Venezuela, espantados por la inseguridad, el desabastecimiento, la mala calidad de vida, en búsqueda en otra patria de los que les permita realizar los sueños y construir el futuro de bienestar, progreso y esperanzas que su país les niega.

El segundo lo tendremos el 1° de septiembre (1S). Ese día por todos los caminos, las calles y avenidas, desde los entresijos de pueblos y ciudades, saldrá gente a pedirle al CNE que nos de un cronograma y una fecha para recoger el 20% de las firmas para manifestar la voluntad de millones de venezolanos que quieren revocar el mandato de Nicolás Maduro y su Gobierno.

No he conversado aun con la primera persona, sea amigo, conocido o simplemente un contacto casual en una de las tantas colas en las que vivimos, que me haya dicho que no va a asistir y no se sienta convocado y comprometido con la gesta ciudadana del 1S.

Ese día, si bien la actividad es para exigir un derecho constitucional, la consulta de un referendo revocatorio y la elección de gobernadores en este año, también será para protestar, para reclamar, para denunciar y expresar nuestra mayoritaria y multitudinaria voluntad de cambio que aspiramos como país.

Ese día marcharemos, nos concentraremos, participaremos como ciudadanos organizados a partir del hartazgo que supone pensar en un país donde se le ha destruido la industria, incluso la petrolera que en el pasado llego a ocupar el segundo lugar entre las mejores empresas petroleras del mundo, se ha destruido la agricultura, la ganadería, el turismo, la actividad pesquera, el comercio, etc. No hay sector ileso.

Nos acordaremos ese día de todo lo mucho que tenemos pendientes contra este régimen de oprobio. Nos acordaremos con indignación, pero sin resignación, de los alimentos y medicinas que faltan y los padecimientos para conseguirlos. Recordaremos con dolor, pero aspirando justicia por los familiares y amigos fallecidos a manos del hampa y la inseguridad, sin que ninguna autoridad asuma la responsabilidad de encontrar a los culpables. No olvidaremos el peregrinar en días, noches y madrugadas buscando un centro asistencial en donde recluirnos o recluir a un familiar para recibir asistencia médica, en un sistema de salud arrasado y destruido por la falta de recursos y la indolencia.

Nos acordaremos de los días en los que, como estudiantes, marchamos y protestamos pidiendo presupuesto para nuestras universidades, para pagarle un sueldo decente a empleados y profesores a fin de evitar lo inevitable, irlos perdiendo por la fuga de talentos hacia otros países que les ofrecen un salario decente y oportunidades de ejercer su profesión, su vocación, dignamente.

No dejaremos de tener presente los abusos de las autoridades policiales y judiciales cometidos contra los que osaron protestar y manifestar, aun cuando la Constitución –que se nos vendió como la mejor del mundo y muchos ni siquiera la aprobamos– les da el derecho de hacerlo.

Ese día, en ese segundo revocatorio, millones de venezolanos en Caracas y todo el país nos movilizaremos, cada quien como pueda, marcharemos o nos concentraremos para pedir a las rectoras del CNE que no sigan mintiendo a los venezolanos con supuestas normas inventadas y manipuladas para negar lo que la Constitución claramente establece como un derecho en su artículo 72: el derecho a revocar un mandatario electo.

El tercer revocatorio será cuando finalmente las rectoras del CNE se tengan que rendir ante la evidencia y la movilización de todo un país y se vean obligadas a fijar la fecha para recoger el 20% de las firmas que expresarán la voluntad de millones de venezolanos que solicitan se revoque el mandato de Nicolás Maduro.

Si quienes lo eligieron fueron un poco más de siete millones, quienes solicitaremos se convoque a un revocatorio para destituirlo seremos más de ocho millones, no solamente los cuatro millones que dice la norma.

En ese momento le diremos al Presidente Maduro: “Más de ocho millones estamos pidiendo que se convoque un referendo para destituirte. ¿Vas a esperar que lo hagamos, o tendrás la decencia y prudencia de renunciar para facilitar las cosas? Ese es el mensaje, claro, contundente e irrefutable que deben recibir el Presidente y su Gobierno.

¿Estarán, los seguidores del chavismo, que tienen alguna aspiración política hacía el futuro, dispuestos a hundirse con Nicolás Maduro en un referendo revocatorio? Creo que no, por eso ellos también deben recibir y recibirán el poderoso mensaje político del 20% de las firmas, que terminará con la muy precaria y moribunda legitimidad del régimen.

Por eso es tan importante la jornada del 1S, que le dará al país la clara indicación de que el Gobierno ha perdido, por muy amplio margen, la mayoría que alguna vez tuvo y que ahora se suma al clamor y la desesperación de un pueblo harto de un fracasado y pésimo Gobierno, convertido en el mayor fraude de nuestra historia republicana, que pretende emboscar un país y secuestrar su futuro.


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