Omar Villalba 29 de agosto de 2016
@concejal.omarvillalba
Vox
Populi, Vox Dei es una expresión latina que significa: “La Voz del Pueblo es la
Voz de Dios” esto se traduce que la Voz o el Deseo del pueblo es un mandato, es
sagrada o equivalente a la voz de la Divinidad. Esto también —visto desde otro
ángulo— nos deja entrever algo más definitorio y es: El Pueblo, y no los
gobernantes, son los verdaderos Soberanos. Ahora cabría preguntarse ¿Qué
significa que el pueblo sea Soberano? O para ser más preciso ¿Qué significa
soberanía? El actual gobierno se ha valido de esta palabra para justificar
muchas cosas, probablemente para un venezolano contemporáneo la palabra tenga
un sabor amargo y se asocie al régimen actual. Pero lo cierto es que Soberanía
significa o implica la capacidad que un individuo, comunidad o Estado tiene
para tomar decisiones sin la tutela de otro.
Volviendo
a la frase, nos preguntamos ¿Por qué es Soberano el pueblo? Pues porque el
eligen a sus gobernantes y sus leyes. Este carácter se confirmó hace varios
siglos cuando el pueblo francés, harto del mal gobierno de la monarquía se alzó
contra ella y derrocó el Antiguo Régimen. Con esta acción nacía el mundo
moderno e iluminado y el republicanismo volvería al ruedo. El pueblo francés
fue soberano pues decidió quitarse de encima un gobierno opresor, déspota y que
había tomado decisiones en materia económica que solo beneficiaban al clero y
la nobleza, mientras el pueblo tragaba grueso y amargo ¿Les parece conocido? La
historia no se repite, pero hay en los cuales se asemejan porque ciertos males
suelen ser endémicos.
Ahora
bien, si nos dirigiésemos a la Voz de nuestro pueblo ¿Qué nos diría? Desde la
UNIDAD, y en especial desde el gobierno municipal estamos escuchando, muy de
cerca, esa voz, que tiene las mismas necesidades en toda Venezuela. Las
conclusiones a las que hemos llegado son, que el pueblo clama por un cambio,
uno pacífico y cuyo nombre es el Referéndum Revocatorio. ¿Pero que lleva al
pueblo a solicitar se aplique este mecanismo? Pues hay una respuesta única, y
es que el hambre no tiene color político, la inseguridad no te pregunta si eres
rico o pobre, que el desempleo afecta especialmente a quienes forman la masa
laboral, al ciudadano, a la gente.
El
interior del país está aquejado por grandes problemas, falta de alimentos, mala
calidad del agua, zonas olvidadas por el gobierno, donde los alimentos y otros
insumos no llegan desde hace un mes. En otros sitios, el hampa, amparada por el
gobierno —ya sea por acción u omisión— campan a sus anchas aquejando al pueblo
trabajador.
Estas
razones son un ruido de fondo que va retumbando con mucha fuerza, que le da
gravedad a la Voz del Pueblo. Voz que esta revolución dice haber visibilizado,
pero ahora que no le conviene niega con vehemencia. No la escucha y en vez de
ello se envuelve en una burbuja. Amenaza, ofende y agrede, pero por último, con
mucha malicia prepara mecanismos para detener que esta se exprese por todos los
medios que la Carta Magna les garantiza.
Tomando
en cuenta estos factores ¿Qué se debemos hacer? Lo que los Diputados,
Gobernadores, Alcaldes y Concejales estamos haciendo: ir a las diferentes
regiones del país y visibilizar los problemas, sincerar las realidades y
articular a los líderes locales, para dejar de lado las diferencias, para sumar
en vez de restar. Pero, por encima de todo, para fortalecer la Voz del Pueblo.
Así esta dejará de ser una voz acallada, para volverse un Grito, un Clamor de
un pueblo noble y vapuleado, como el pueblo francés de 1779, que decidió ser
soberano y salir de los tiranos que le oprimían.
Esta
vez, con un medio pacífico, un mecanismo constitucional, el pueblo de Venezuela
no clama, ya habló: El referéndum Revocatorio es la solución, pero el gobierno
“sordo” quiere olvidar que la Voz del Pueblo, es la Voz de Dios.
@concejal.omarvillalba
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