Por Oscar Bastidas-Delgado
Desde aquel jocoso
¡exprópiese! del fallecido Chávez hasta estos días, los ataques a cualquier
empresa que huela a adversarios como las Empresas Polar se han constituido en
constante para ocultar la grave crisis económica generada por el harakiri
gubernamental más que por una supuesta guerra económica de una también supuesta
oligarquía que fue sustituida por un socialismo capitalista salvaje de Estado
que estatiza y lleva al fracaso todo lo que toca y hasta dueño de areperas es.
La recesión con inflación es
una realidad ante los ciegos ojos de un Maduro que en lugar de preparar medidas
contra ella gracias a los inmensos poderes habilitantes que tuvo, improvisó una
inconstitucional “Emergencia Económica” que coloca las intervenciones y
estatizaciones de empresas y de sus activos en el menú ejecutivo. Así,
oficialistasy militares que jamás han producido un kilo de papas pero han
aplicado fáciles presupuestos de gastos,agregarán otras a las más de 1.400
empresas estatizadas que sin duda alguna irán también al fracaso sin que ellos
entiendan porqué la varita mágica de la estatización convierte en añicos todo
lo que toca.
Las empresas en general son
constituidas para enfrentar situaciones o realizar los sueños de sus
fundadores. Quienes las emprenden les imprimen sus sellos o toques personales
con base en el conocimiento de la situación que las originan; son quienes las
ponen en marcha y conducen con sus esfuerzos y los apoyos de directivos y
trabajadores con quienes estructuran redes humanas decantadas en el tiempo con
responsabilidad técnica y social.
Diseñar apropiadamente el
producto o servicio a prestar, determinar sus beneficiarios o clientes,
precisar la tecnología, establecer el proceso productivo, fijar los perfiles
del personal, determinar las fuentes financieras, acordar las herramientas de
gestión y contables, y seleccionar la forma jurídica, son procesos fundamentales
desarrollados por los fundadores pensando en el éxito.
Pero el emprendimiento no
queda allí, los fundadores también transmiten sus valores e imprimen sus
pretensiones a la empresa: una parte bajo el manto formal del estatuto y la
Misión, otra en la Visión o deseo de cómo quieren que ella sea al cabo de
cierto tiempo, y la tercera, normalmente no explicita, lo que desean de ella
para con ellos mismos, sus familias, el país, y las generaciones de relevo. La
sinergia de ese conjunto de elementos estratégicos puede resumirse como Fuerza
Fundante, suerte de poder especial que concede a los fundadores un savoir
faire o concepto especial de la empresa y colocar los rieles que
direccionarán y pondrán en marcha la empresa: Concepto y direccionalidad.
El éxito de las empresas se
une entonces al de sus propietarios pero como estos son considerados
representantes de la supuesta oligarquía a desmontar por los representantes
gubernamentales, los gobernantes y sus interventores los utilizan comopuching
ball durante un tiempo para distraer la población de los reales problemas
del país hasta asestar el golpe estatizador. Quienes manejan la varita
interventora-estatizadora desconocen el potencial de las fuerzas fundantes.
El fallecido Chávez y Maduro
solo estatizaron empresas exitosas, jamás las que tenían problemas y en todas
fracasaron en su gestión; aunque esta afirmación parezca superflua por encerrar
una verdad muy evidente. Numerosos inexpertos nombrados irresponsablemente
actúan con segundas intenciones pero el primer paso interventor ha sido siempre
destruir las redes humanas conformadas a lo largo de la vida de la empresa para
incorporar su “propia gente” incluyendo familiares; el fracaso es el resultado.
26-08-16
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