MUD 22 de agosto de 2016
@unidadvenezuela
La
inflación en Venezuela al cierre de 2016 será de cuatro dígitos, ubicándose por
encima del 1.000 por ciento, según proyecciones del economista Francisco Faraco
que señalan también que los aumentos salariales decretados por el gobierno
persiguen acabar con lo que queda del sector privado en el país,
fundamentalmente en el área comercial y bancaria.
Los
nubarrones que vislumbra sobre la economía venezolana son tan negros, que
asegura que en el segundo semestre “estaremos añorando” el precio de la Canasta
Alimentaria Familiar (CAF) dado a conocer este lunes por el Centro de
Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros
(Cendas-FVM).
De
acuerdo al informe, en julio pasado la CAF se ubicó en 363.866,73 bolívares, lo
que representa un incremento Bs. 86.433,85
(31,2%) con respecto a junio de 2016 y de 773,0% entre julio de 2015 y
julio de 2016, según las cifras del Cendas.
“Estos
números los vamos a añorar en el segundo semestre debido a que tenemos fuerte
pagos de deuda externa y, por lo tanto, el gobierno dispondrá de menos dólares
para importar”, indicó el economista en declaraciones a Prensa Unidad
Venezuela.
“El
gran proyecto del comandante (y fallecido expresidente, Hugo) Chávez fue
sustituir la producción nacional por importación, porque en las importaciones
estaban los grandes negociados. Ahora la oferta será menor”, advirtió, mientras
comentaba que ya ha tenido que abrir tres nuevos huecos a su cinturón debido a
la escasez de alimentos. “Ya no soy el gordo de antes”, comentó con su
característico buen humor.
El
panorama se hace aún más ensombrecedor con la promesa hecha por el gobierno de
que podría incrementar de nuevo el salario mínimo en noviembre de este año.
“Ahí tenemos la tapa del frasco”, comentó.
“Cada
vez estoy más convencido de que esto no es sino un paso muy importante hacia la
liquidación del sector privado. Aquí de lo que se trata es que los negocios
grandes, medianos o pequeños no puedan sobrevivir a estos aumentos de costos
sin que vaya aparejado un aumento de precio, y como no va a haber aumento de
precio, porque está prohibido, pues entonces habrá un gran aumento de costos y
un gran mercado negro en el cual ellos, como jefes u operadores de ese mercado
negro, harán una enorme fortuna”, señaló.
“Esto
forma parte de ese plan de destrucción nacional. Ya al sector industrial y
agrario los tienen bien amarrado con el tema de las divisas para importar
materia prima y maquinarias. Faltaba la actividad de la distribución, a la que
están amarrando ahora por la vía de incrementarle los gastos sin darles la
posibilidad de resarcirse por la vía del incremento de los precios. Y si
llegaran a venderlos más caros, la demanda sería menor. Van a terminar
cerrando, ese es el destino final y eso está a la vuelta de la esquina”,
pronosticó.
En ese
sentido indicó que la caída en los beneficios de los bancos durante el primer semestre,
debido al incremento salarial, se había ubicado en 35 por ciento. “Pero con el
próximo aumento de sueldos más la inflación del segundo semestre, que va a ser
mucho más fuerte que la del primero, se coloca al sector bancario al borde de
una crisis”, denunció.
“Y en
el caso del comercio es mucho mayor (la caída de los beneficios). Con esos
aumentos de costos y precios controlados lo que se busca es que los negocios
quiebren y se vean obligados a cerrar. De esta forma no aparecerá como que el
gobierno los cerró o expropió, sino que cerraron ellos por malos
administradores”, agregó.
“Lo
que está ocurriendo es muy grave y lo que viene es más grave aún”, opinó.
Proyecciones aterradoras
Faraco
considera que es una “·torpeza” más del gobierno anunciar con anticipación un
aumento salarial. “En ninguna parte del mundo se anuncian con anticipación
aumentos de salarios ni de tasas de interés ni devaluación ni nada. Pero si lo
que se está buscando es que la gente quiebre, entonces se anuncia para ir
metiéndole el miedo en el cuerpo a la gente. Ya todo el mundo está pensando en
cómo será ese aumento en el segundo semestre, sobre cuál será el resultado de
ese lapso visto los aumentos y vista la inflación. Las proyecciones son
aterradoras”, aseguró.
Con
respecto a los pagos que debe honrar la nación por concepto de deuda externa
precisó que en octubre debe pagar 437 millones de dólares de deuda de la
República y otros 1.317 millones de
dólares de la deuda de Pdvsa; mientras que en noviembre los montos serán de 183
millones y 2.882 millones, respectivamente. “El gobierno no tiene con qué
pagar, no quiere ni siquiera endeudarse y tampoco nadie le está fiando. Además,
tiene demanda de dinero incrementada por la perspectiva de aumento de salarios
de noviembre”, comentó.
Al
consultársele sobre las proyecciones hechas por el Fondo Monetario
Internacional (FMI), que estimó en 720 por ciento el índice inflacionario del
país para el cierre de 2016, Faraco dijo no tener ninguna duda de que “vamos
para los cuatro dígitos. Estoy estimando que será de mil por ciento”, precisó.
“Venezuela
está en un proceso de hiperinflación”, dijo, sin ambages, por lo que estimó
“necio” el debate que existe entre algunos economistas en cuanto a si el país
atraviesa o no un proceso hiperinflacionario.
“Hoy
en día en el mundo no hay inflación, más bien a lo que se le teme en los países
desarrollados es a la deflación, es decir, a la caída de los precios. En un
cuadro como este, una inflación como la venezolana, de 700 u 800 por ciento, es
evidentemente una hiperinflación solamente comparable con la situación en
Alemania en la década de los veinte o en Estados Unidos durante la Gran
depresión”, concluyó.
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