Fernando Camino Peñalver: 01 de julio de 2018
@fernandocaminop
En su
fase terminal el régimen optó por pasar del denominado socialismo del siglo XXI
a una conducta político-militar, muy similar a la que empoderó a los señores
feudales de la edad media. Este comportamiento, alejado del desarrollo
económico del mundo moderno, se inicia con el nombramiento por parte del
gobierno, de responsables oficiales de la producción y distribución de los
bienes fundamentales de consumo de la población.
El
régimen, con la aplicación del socialismo del siglo XXI a través de sus dos
planes de desarrollo socialista, destruyó casi totalmente al sector productivo
privado. Primero con la ocupación de unidades de producción primaria y con la
toma de agroindustrias, para luego monopolizar las áreas de la actividad del
agrocomercio y de los canales de distribución y comercialización de alimentos
de nuestra población.
Con
esta acción perversa perpetrada por espacio de casi veinte años, hoy
presenciamos como estas unidades de producción y plantas industriales fueron
convertidas en escombros, por la ineptitud y la corrupción de comisarios
políticos nombrados para “gerenciar” los bienes espoliados. Este irrespeto por
la propiedad privada y los mecanismos de controles en el área de
almacenamiento, distribución y comercialización, así como la monopolización del
agrocomercio y de todas las actividades comerciales, tienen como saldo rojo la
crisis humanitaria que azota a nuestra nación debido a la escasez y a la
carestía de los alimentos.
El
gobierno, hoy convertido en el único latifundista de nuestro país, con más de
diez millones de hectáreas ociosas, con más de setecientas instalaciones industriales
destruidas, con Pdvsa y las industrias de Guayana paralizadas o
semi-paralizadas, no asume su responsabilidad ante la debacle que ha desatado y
ahora pretende ponerle la mano a la incipiente producción nacional de
alimentos, para repartirla entre los sectores que lo mantienen, por ahora, en
el poder y matar de hambre al noventa por ciento de nuestra población.
El
régimen se ha convertido en el reinado de la miseria y del hambre y ahora
pretende convertir a los productores de alimentos del país en una especie
moderna de siervos de la gleba, obligándolos a venderle su producción a precios
inferiores a su costo de producción y a un tiempo indeterminado de pago. En
esta nueva fase de dominación de la producción y de la distribución de
alimentos, cuenta con interventores instalados en altos cargos gubernamentales
y en los poderes públicos que controla. También con los señores feudales que
regentan las gobernaciones y alcaldías chavistas.
En su
empeño por “ganar indulgencia con escapulario ajeno” y llenar las cajas del
Clap con productos “fiados y mal pagados”, el neo feudalismo pretende
apropiarse a nivel central del setenta por ciento de la producción de alimentos
y a nivel regional y municipal el treinta por ciento cada uno. Sumando las
apetencias feudales, el productor de alimentos tendría que producir un 130% de
alimentos, sin tener disponible semillas certificadas, fertilizantes;
agroquímicos y medicinas veterinarias. Tendríamos también, como en etapas
superadas, arar con bueyes ante la falta de maquinarias, repuestos y
lubricantes.
Ante
la gravedad de la crisis por la que estamos atravesando estamos urgidos de un
gobierno y de poderes públicos que resuelvan de forma inmediata la situación
creada por este régimen indolente e ineficaz. Necesitamos un Estado Democrático
que garantice al sector productivo privado seguridad jurídica y políticas
públicas necesarias para estimular la propensión a invertir y a producir en
nuestro país.
Es
fundamental que se asuma la producción de alimentos como una Política de
Estado, que genere un plan agroalimentario que garantice a nuestra población el
pleno abastecimiento de alimentos sin posiciones autárquicas en relación a la
materia prima y que se subsidie a la población más vulnerable para que pueda
tener disponibilidad económica y pueda adquirir los alimentos necesarios para
vivir dignamente. Reiteramos que tenemos el talento para sacar adelante la
producción nacional y abastecer al país de punta a punta, solo falta el cambio
de gobierno. Ojalá pronto podamos escribir sobre cómo se está llevando a cabo
la reactivación del sector agrícola.
Fernando
Camino Peñalver
@fernandocaminop
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