Por Alessandro Di Stasio
Muchas cosas se han vuelto
costumbre en las movilizaciones chavistas: la impuntualidad para dar
comienzo a las acciones, los puestos de areperas socialistas, bailes al
son de canciones referentes a Hugo Chávez y numerosas imágenes del
expresidente.
Pautada por los dirigentes
del Gobierno, y promovida por horas a través de los principales medios de
comunicación oficialistas, la marcha en apoyo al presidente Nicolás
Maduro no contó con la asistencia esperada: quedaron muchos espacios
vacíos y eran rellenados por camiones, originalmente usados para guiar el
paso.
Desde la tarima trataban de
animar el ambiente, mientras un grupo danzaba para pasar el tiempo. No
obstante, otros hacían colas frente a los puestos de comida; mientras los demás
se agrupaban para hablar entre sí.
Muchos de los asistentes
desalojaron el lugar apenas sintieron las primeras gotas de lluvia. Fueron
abandonando sus lugares en la vía para refugiarse debajo de pequeñas sombrillas
dispuestas por los kioscos. Sin embargo, la intensidad de la llovizna aumentó
en gran medida, y se terminó convirtiendo en un aguacero.
Todos corrían a la estación
del metro más cercana, que fue utilizada como guarida. Una vez allí,
los empujones y el malestar entre los presentes se empezó a notar. “Señor, ¿no se
da cuenta de que tengo a un bebé en las manos? Casi hace que nos cayéramos”, le
dijo una señora, de entre los 40 y 50 años, a un hombre completamente mojado
que trataba de huir de la lluvia.
Otro grupo de personas
decidió bajar a los andenes del subterráneo para retirarse del lugar.
La lluvia se prolongó por
alrededor de 20 minutos. El refugio comenzó a descongestionarse y los
manifestantes salieron a continuar con lo que el “chaparrón” no les
permitió: seguir bailando y recordando al difunto “comandante Chávez“.
Ya eran las 12 del mediodía
y, a pesar de que la movilización fue convocada para las 9 de la
mañana, aún no comenzaba la marcha con dirección a la plaza Diego
Ibarra, en el municipio Libertador.
“El que no se moja no es
chavista“, gritaban desde la tarima los animadores. No obstante, esto sólo
produjo mayor contrariedad entre los reunidos. “Nos hacen venir para acá, y de
paso nos piden que nos mojemos”, expresó una señora a Efecto Cocuyo.
Finalmente, a la 1 de la
tarde, y con la presencia del diputado Héctor Rodríguez, se inicò el
recorrido pautado.
“Lo que hagamos hoy, evitará
que seamos unos perseguidos políticos mañana. Lo que hacemos hoy, nos
permitirá que mañana nuestros hijos puedan asistir de forma gratuita a
launiversidad“, decían los animadores desde los camiones que lideraban la
marcha. “HoyNicolás Maduro depende de Chávez y de la juventud
socialista para combatir la coyuntura”.
La lluvia reapareció,
provocando la huida de otro signicativo número de manifestantes. Los espacios
libres entre los manifestantes se hicieron cada vez más notorios.
A las 3:20 de la tarde,
comenzaron a llegar las primeras personas a la plaza Ibarra. En el lugar habían
desde improvisadas canchas de fútbol donde los niños jugaban, hasta espacios
para practicar kárate.
“Espero que no convoquen más
estas movilizaciones, estoy “hasta aquí” (señalándose la frente) de que me
hagan venir para acá”, concluyó Yonner Izarra, un manifestante que vino
desde Maracay, estado Aragua.
12-08-16
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