Américo Martín 20 de agosto de 2015
@Americomartin
Acostumbrado a enfrentar temores con
zarpazos, el Poder busca la piedra filosofal. ¿Será posible ahuyentar la
pesadilla del 6D con un fulminante madrugonazo militar?
En diciembre de 1957 el dictador Pérez
Jiménez anunció que convocaría un plebiscito y no las elecciones pautadas por
la constitución. El insólito atentado transcurrió muy bien, pero el dictador
fue derrocado un mes después.
Todo parecía favorecerlo. Situación
económica estable, militares entregados al dictador, y efluvios de la guerra
fría. De DDHH escasamente se hablaba. Dos bloques de poder dominaban el mundo
con el protocolo infame de tolerar los dictadores fieles al otro.
Es un HDP, había declarado un presidente
norteamericano… pero es nuestro HDP
En la otra banda reinaban tiranos
bárbaros a la sombra de la superpotencia soviética.
El mundo experimentó un cambio radical a
fines de los años 1950. La causa de los DDHH
se fortaleció en grado tal que el sistema jurídico y los pactos
multilaterales regionales comenzaron a cerrarse a gobiernos sin legitimidad de origen. El
aislamiento del madurismo avanza. La impecable declaración del secretario
general de la OEA sobre la “observación” de las elecciones y no el simple
“acompañamiento” es un signo de los
tiempos. Que la quimera socialista sXXI se desploma, se aprecia en la enérgica
declaración de los suecos mandándola al diablo. Quedaban atrás sus ternuras
prochavistas Ayuntamientos de España exigiendo democracia y libertad del
Alcalde Ledezma, López y demás presos políticos fue suscrita por los partidos
mayoritarios, PP, PSOE y Podemos. Tenido éste como afín a Maduro, firmó la dura condena de su política.
En Honduras y Paraguay, la OEA adoptó la “doctrina Betancourt” contra gobiernos
de facto.
La dimensión social tampoco marcha.
¿Estamos cerca de una crisis humanitaria? Según la CEPAL, al cierre de 2015 el
país será el de mayor decrecimiento regional (-5.5%) seguido de Brasil (-1.5%)
El peso muerto de Brasil y sobre todo de Venezuela, reducirán a 0.5% el
crecimiento de la Región.
El Observatorio Venezolano de
Conflictividad Social registra 2836 protestas sociales, 56 saqueos
materializados y 76 intentados en el primer semestre de 2015 ¡Y algunos
critican la “pasividad” popular!
Maduro bufa, insulta, regaña pero la
cita comicial sigue ahí. ¿Y si aprovechara la efervescencia pasional de la
oposición para convencerla de que abstenerse es su mejor carta? ¿Y si las
irritaciones en la MUD pudieran alentar los “terceros caminos”? Grato esguince:
salvarse con ayuda del rival. Con las inhabilitaciones, anulación de partidos y
contradicciones de la oposición, el gobierno trabaja contra sus adversarios. La
amplia mayoría registrada por todas las consultoras se desvanecería si
prevaleciera la ciega pasión
La dimensión política es decisiva. La
polarización es extrema: democracia o dictadura, crecimiento o retroceso, mejor
o peor calidad de vida.
El gobierno confía en desmoralizar a sus
rivales, pero la razón se defiende. Inhabilitada, la digna María Corina sentó
cátedra salvaguardando la unidad.
Los arúspices del zarpazo son políticos
impropios. La tendencia es auspiciosa para la democracia aunque haya
imponderables. Ahí se disocian “político” y “adivino”. Aquel dice: “canalicemos
todo el potencial disidente hacia la unidad”. Este profetiza: “no habrá
elecciones”.
Las provocaciones oficialistas seguirán.
Con más razón la oposición debe
apechugar manteniendo la unidad democrática y votando el 6D. Único talismán en
la borrasca.
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