STALIN GONZÁLEZ 15 de agosto de 2016
Asistimos
a la cota olímpica que, como cada cuatro años, nos llena de expectativas y
emoción al ver a los mejores atletas de cada disciplina competir por las
ansiadas medallas de oro, plata y bronce. En esta ocasión, las Olimpiadas de
Río de Janeiro cuentan con la destacada participación de atletas venezolanos,
entre ellos el equipo masculino de basket.
Este
evento exalta los mayores valores humanos de libertad, fraternidad, respeto a
las reglas, honestidad, tolerancia, rectitud, competencia, solidaridad, respeto
a los vencidos y honor al ganador, con el lema que los alberga y representa:
Citius, altus, fortius.
Así
como las Olimpiadas son la mejor muestra de los valores deportivos, las
elecciones son la práctica que mejor expresa los valores democráticos, el
reconocimiento de las mayorías, respeto de las minorías, tolerancia, libertad,
respeto a las reglas constitucionales de juego. Es esta práctica política la
que nos permite reconocernos como sociedad democrática, pacífica y plural, y
donde se pone en práctica la mejor de las disciplinas: el voto.
En
nuestro país, el árbitro ha tomado partido, las señoras que dominan el Consejo
Nacional Electoral actúan de manera sesgada y desechan todos los valores
democráticos que regulan la justa competencia e igualdad de condiciones, pues
tratan de evitar, que el pueblo venezolano asista a su mejor competencia, que defienda
el derecho de elegir su forma de vida, a participar libremente en el Referéndum
Revocatorio como está estipulado en la Constitución, colocando trabas que
dilatan el proceso.
Como
en las Olimpiadas, estamos en una carrera de obstáculos, impuestos por el CNE,
que cada día tratan de privarnos de cumplir el objetivo, pero los venezolanos
exhibiendo el mejor espíritu deportivo, competencia y democracia, haciendo gala
de concentración, preparación y esfuerzo, llegaremos a la meta planteada e
indudablemente alcanzaremos la victoria frente a un rival antidemocrático y un
árbitro parcializado.
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