Manuel Felipe Sierra 20 de agosto de 2016
Pertenece
a una familia con tradición en las luchas políticas. Fue destacado dirigente
estudiantil en Barinas, su ciudad natal.
Forma parte de los fundadores
Movimiento Al Socialismo (MAS). Diputado, ex vicepresidente de la
Asamblea Nacional en el año 2002, profesor universitario y estudioso de la
historia venezolana sobre la cual ha escrito varios textos, ahora ofrece un importante documento sobre
las vidas e influencias políticas de
Villalba y Betancourt en el acontecer venezolana del siglo XX.
¿Por
qué te llamó la atención contraponer estas dos figuras que han sido tan
polémicas y que ambas llenan la historia de Venezuela desde el 28 hasta los
años sesenta?
Estas
son como el paradigma de las dos maneras de concebir la política. Betancourt y
Villalba, se estrenan en 1928 en la Semana del Estudiante, Villalba es sin duda
el líder de esa oportunidad con su discurso en el Panteón Nacional, después le
toca a Betancourt hacerlo en el Teatro Rivoli. Pero evidentemente que la gran
figura era Villalba, ambos comparten prisión en el Cuartel El Cuño y luego en
el Castillo de Puerto Cabello y de allí salen bajo una amnistía quepor la
presión de los estudiantes tuvo que decretar Gómez. Se involucran en lo
que fue la rebelión militar del 7 de abril de 1928, y a partir de allí
corren suertes disimiles.
Jóvito
es hecho preso y Betancourt se va a la clandestinidad
Si,
Jóvito es capturado por la policía del régimen y va a pasar los próximos
siete años hasta 1934 en las ergástulas de la dictadura; de nuevo en el
Castillo con grillos de sesenta libras y Betancourt logra huir del país, sale a
Curazao y comienza un itinerario que va a ser clave en su formación y en su
percepción del ejercicio de la política. Allí hay una primera bifurcación que
va dando dos paradigmas de liderazgo porque Villalba, por supuesto, sometido al
rigor carcelario es un hombre que vive un poco de las glorias del pasado, se
colaba por los intersticios alguna información, los propios presos como Pio
Tamayo que era un veterano de las cárceles venezolanas y Alberto Ravel hacían
intercambio de opiniones pero no tenían la conexión con un mundo que avanzaba a
zancadas. En cambio Betancourt logra huir a Curazao luego pasa a
Barranquilla y posteriormente se establece durante un tiempo en Costa Rica y
además viaja a los países americanos, y allí comienza a adquirir una dimensión
del conocimiento. De esta manera Betancourt se hace marxista, tiene la primera
percepción de algo que será clave en su pensamiento político que es la interpretación
del petróleo en la vida venezolana. Entonces cuando ambos se
encuentran en Caracas en el 36 luego de la muerte de Gómez por supuesto
que coinciden y por supuesto que Jóvito de nuevo va a ser la figura estelar, y
es quizás es el mejor orador que ha tenido Venezuela en toda su historia pero
ya allí, a pesar de que actúan juntos en el PDN ya se aprecian en ambos
las grandes diferencias.
LA
LUCHA
En
aquel momento la oratoria era un instrumento fundamental de la política
Por
supuesto, Jóvito sigue siendo un político que fundamenta su acción en una relación
directa con las masas a través de su verbo y a través de la movilización de
calle. Betancourt no, él viene muy claro del exilio en que el
instrumento fundamental para la transformación y para la acción política tiene
que ser la construcción de un partido, de una organización dotada de estructura
y programa.
¿Ya
había dado paso por eso en Costa Rica?
Mucho,
ya militaba en el Partido Comunista de Costa Rica y había sido incluso director
de su periódico, y había trabajado en todo lo que fue el “Plan de Barranquilla”.
¿Y
fundador del Grupo ARDI?
Si
pero primero fue el PRV donde milita con Gustavo Machado y con Carlos León que
dirigían el partido desde México pero fue una incursión muy breve: ARDI fue
luego del Partido Comunista costarricense, es decir ya viene con una visión muy
clara de lo que hay que hacer una vez muerto Gómez o derrocada la tiranía y
entonces comienzan vidas paralelas; desde muy pronto van a surgir diferencias y
antagonismos porque Jóvito insistirá en hacer la política entorno a su figura
que es una figura nimbada, de una leyenda, de un hombre que había acumulado
todas las glorias del 28 y todas las glorias de siete años preso con grillos en
las cárceles del gomecismo; y Betancourt va a perseverar en la construcción de
un país y por supuesto viene la división definitiva entre ambos 1937 cuando hay
el decreto de expulsión de López Contreras que los incluye a los dos
Se
repite la historia, Jóvito vuelve al exilio y Betancourt a la lucha
clandestina.
Si de
nuevo Jóvito va al exilio y Betancourt se queda clandestino en el país, terminando
de construir ese partido político que según él iba a marcar historia y a partir
de allí si hay un desencuentro casi permanente porque Betancourt construye en
la clandestinidad todo lo que fue la organización primigenia de lo que más
tarde se llamaría Acción Democrática, y Jóvito se dedica a tratar de terminar
sus estudios porque era un hombre además muy talentoso y particularmente bien
formado en los temas de derecho constitucional, y luego se convertirá en
un académico, en un catedrático en esa materia. Cuando se reencuentran en el
año cuarenta que Betancourt regresa luego de pagar un año de exilio en Chile
ya sus destinos son claros de bifurcación de estructura de la política.
Villalba aprovechará su gran influencia, su prestigio para ser electo en las fórmulas
de elección indirecta que todavía se practicaban durante el medinismo como
senador al Congreso Nacional y allí va a volver a ser un hombre brillante que
asumirá los temas más importantes de la modernización política en Venezuela: el
voto femenino, la compatibilidad de las funciones legislativas y ejecutivas, el
voto universal directo y secreto, es decir Villalba va a ser el gran orador
democrático en un Congreso medinista donde todavía habían figuras incluso
representantes del gomecismo.
EL
LIDERAZGO
Y
Betancourt por supuesto a darle forma de lo que sería Acción Democrática
Es
así, Betancourt en el año 41 al amparo de las libertades de un régimen liberal
como el que encabezo Medina Angarita va a constituir Acción Democrática el 13
de septiembre de ese año y a perseverar en una oposición muy consecuente y muy
a fondo al gobierno. En 1945 viene lo que va a ser una ruptura que marcará
pauta en el resto del siglo XX yo creo que con proyecciones hasta ahora, que
fue el golpe de Estado del 18 de octubre de 1945 y con ese hecho se va hacer
más patética la ruptura entre Betancourt y Villalba. Es tal la ruptura
que incluso Villalba se involucra en una conspiración contra la Junta Revolucionara
de Gobierno y Betancourt lo tiene que poner preso, es decir, los grandes amigos
que han cumplido 20 años de edad juntos en el Cuartel del Cuño y compartiendo
grillos ahora uno es preso del otro y de allí se va a abrir una espita que va a
conducir por supuesto al 24 de noviembre 1948 con el derrocamiento de Gallegos
y la instauración de una dictadura militar.
En
esta secuencia hay un dato importante que es el año 52.
Claro,
cuando Villalba vuelve a ser la gran figura estelar, porque se convierte en medio
de las más adversas condiciones en la gran referencia democrática en las
elecciones para la Constituyente convocada por la Junta Miliar y en la cual su
partido URD obtiene una clara victoria que es desconocida por el gobierno
mediante el fraude y que abre paso a la dictadura de Pérez Jiménez.
Por
cierto que para esas elecciones Betancourt llamó a la abstención.
Sí,
porque consideraba que era una mascarada, tal como resultó al final con el
golpe militar que desconoció la voluntad popular pero Jóvito también tuvo razón
porque durante esa campaña pudo fortalecer el músculo democrático de ese
país que habría de ser indispensable cinco años después para el derrocamiento
de la dictadura.
Ya en
1957 el encuentro entre Betancourt y Villalba en Nueva York abre la
conciliación entre los dos líderes y de allí surge la fundación de la Junta
Patriótica en la lucha contra la dictadura y luego el Pacto de Puntofijo, pero
ya con la presencia también de Rafael Caldera como líder de Copei
Si, es
cierto entre Villalba y Betancourt se abrió evidentemente una rivalidad
que no lograron resolverla a lo largo de cincuenta años, a pesar de la amistad,
a pesar de la convivencia y a pesar de ello también compartirían algunos
capítulos como el “Pacto de Puntofijo” y los acuerdos de Nueva York y la Junta
Patriótica y todos los movimientos que van a dar al traste con la dictadura de
Pérez Jiménez.
Has
escrito un libro que por supuesto recoge muchos episodios de las trayectoria de
Villalba y Betancourt a lo largo de los años de la democracia hasta 1981 cuando
muere Betancourt en Nueva York y luego la actuación de Villalba ya al final de
su vida. Sin duda es un texto que será de mucha utilidad para la
dirigencia política joven del país de hoy en día.
Si
vale, yo creo que la primera lección fue el papel que jugó la Generación del 28
en la historia de Venezuela, esa generación fue la más trascendente que ha
tenido el país después de la generación de los padres fundadores, no hubo otra
que marcara un antes y un después. Ese grupo de jóvenes que se habían formado
la mayoría de ellos nacidos entre 1906 y 1908 que por cierto Villalba y
Betancourt se llevaban un mes ambos nacidos en 1908 uno en Guatire y otro en La
Asunción, bueno ese grupo de jóvenes que se habían criado en medio del
terror de las dictaduras de Castro y de Juan Vicente Gómez en un periodo
oscurantista donde la dictadura estaba aislada del mundo y donde cualquier
material de cualquier lectura era satanizada y perseguida cómo aquellos jóvenes
pudieron colectivamente en los actos de la Semana del Estudiante en febrero de
1928 abrirle al país el camino entonces remoto y difícil de la democracia y el
progreso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico