Por Vanessa Davies
El mandatario de Lara
confirmó que marchará el 1 de septiembre en Caracas y recalcó que, para que el
revocatorio sea convocado este año, se debe “presionar en la calle: no hay de
otra”
“Pongan el oído en la
calle”. Esa es la recomendación que el gobernador del estado Lara y dirigente
de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD, Henri Falcón, les hizo al presidente
Nicolás Maduro y a la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay
Lucena. Que “el Gobierno ponga el oído en la calle, el Consejo Nacional
Electoral ponga el oído en la calle, pulse la realidad de la mayoría del país
que son pobres, que pasan hambre, que se mueren de mengua a las puertas de
nuestros hospitales”.
Si “no hay una salida
política en el marco de la Constitución”, alertó el dirigente de Avanzada
Progresista, “cuidado si termina la gente tomando las decisiones por nosotros y
se nos va esto de las manos y al final terminamos arrasados toditos”.
Marchará en Caracas el 1 de
septiembre
Falcón, quien insistió este
martes en que el diálogo Gobierno-oposición no inhabilita la protesta en la
calle, ratificó que marchará este 1 de septiembre en Caracas con la MUD. “Yo
voy a salir a la calle, democráticamente en Caracas. Yo veré la manera como
hago para llegar con mi gente aquí. De que llego, llego”, garantizó el
dirigente, pero aclaró que si ve un indicio de violencia ese día “me salgo y lo
declaro”, porque “no estaría de acuerdo en que esto lo tomen grupos violentos
que terminan desnaturalizando el espíritu y razón de la protesta”.
“Nosotros vamos a acompañar
todas las decisiones” de la MUD y acudir “a todos los mecanismos de presión de
calle”, y al mismo tiempo buscar un entendimiento que facilite “la salida
democrática de este gobierno”. Esa es, recalcó, la aspiración del pueblo
venezolano. Los radicales extremistas de ambos lados, tal como lo subrayó, no
contribuyen “a que el país pueda retomar a la senda productiva de entendimiento
y de paz”.
Los políticos “algunas veces
estamos en una sola pelea”, admitió, y se preguntó si eso es lo que la
población quiere, o “si la gente quiere comida, medicinas, seguridad,
servicios”. En la misma línea, solicitó dejar “la política del cálculo”.
“Presionar en la calle: no
hay de otra”
El mandatario larense
recordó que el CNE dejó el próximo paso del revocatorio para finales de
octubre, “y de allí la necesidad de presionar en la calle: no hay de otra”.
Pero la presión debe ser de manera cívica y pacífica: “No estamos llamando a
nadie a la violencia”.
Hay sectores del Gobierno
que plantean que no habría referéndum en 2016 ni en 2017, porque se hace una
interpretación interesada de los lapsos de la consulta, criticó Falcón. De
quedar el revocatorio para 2017, lo que podría suceder está muy claro: el
presidente Maduro dejaría a un vicepresidente de su confianza, con lo que
“vamos a decidir entre Diosdado (Cabello) y Nicolás (Maduro), por decir algo”,
lo que le restaría a la gente motivos para participar.
El PSUV debe prepararse para
ser oposición
Falcón insistió en que deben
convocarse las elecciones regionales este año y dijo estar seguro “de que la
Mesa de la Unidad no gana menos de 18 o 20 gobernaciones, con lo que tendrías
una fuerza de poder institucional, aunada a la Asamblea Nacional, determinante”
para promover una salida democrática a la crisis “y una salida democrática del
gobierno”.
A su juicio, en el país
“estamos en pleno proceso transicional”, lo que no debe asustar ni preocupar a
nadie. El Gobierno y el PSUV deben prepararse “porque ahora les corresponde,
les sale ser oposición”, manifestó.
Con base en su experiencia
como gobernador, remarcó que “hay un total abandono del gobierno en cuanto a
las políticas de Estado que atiendan los desbarajustes, el caos, la anarquía”.
Criticó el nuevo aumento salarial y calificó los CLAP como “una mentira” porque
no solo excluyen, sino que no atienden “ni siquiera al 15% de la población”. De
nuevo, exhortó a revertir las nacionalizaciones que no han funcionado.
-Estamos en un punto muerto
de la política. El Gobierno no dialoga, la oposición no dialoga.
-El hecho de que nosotros
aspiremos, desde la movilización de calle, desde la presión de calle, a que se
tomen decisiones desde los entes supuestamente autónomos e independientes en
función del legítimo derecho de la ciudadanía a una salida política frente a la
crisis estructural no niega –esa es mi posición- la posibilidad de que podamos
transitar también el camino del entendimiento. De una negociación adecuada que,
de alguna manera, interprete ese mismo sentimiento y que a la vez se pueda
coronar con éxito la salida democrática, en el marco de una transición
negociada, del Gobierno.
15-08-16
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