Por Miguel Sánchez
Destacados
académicos analizaron la viabilidad, en este momento, de la aplicación de
una política de sustitución de importaciones.
Ante el hecho concreto de la propuesta referida por el primer
mandatario nacional, Nicolás Maduro Moros, los analistas se
pasearon por varios escenarios para observar los pro y los contras para el
logro de ese objetivo, el cual se ha planteado, en reiteradas oportunidades,
durante la historia económica del país.
Son varios los aspectos que
se tienen que ejecutar para que ese plan llegue a feliz término.
“La propuesta del
sistema crawling peg (minidevaluaciones periódicas) sería conveniente en estos
momentos”, acotó Alfredo Ordóñez, coordinador del postgrado Economía
Internacional de la UCV, debido “a que es una forma de realizar devaluaciones
progresivas y controladas. Al mismo tiempo, el mercado decidirá cuál es la tasa
ideal”, subrayó.
Ante el mismo planteamiento,
el economista Víctor Álvarez señaló la importancia de avanzar hacia una nueva
política cambiaria que “ fije el precio de la divisa en un nivel que exprese la
verdadera capacidad del aparato productivo nacional y evite el fenómeno de la
sobrevaluación que ha causado el sesgo anti exportador y pro importador de la
economía venezolana. Es así, como será posible sustituir importaciones por
producción nacional”.
Además del tema cambiario,
los académicos argumentaron que el viraje debe estar orientado hacia lo
estructural, específicamente en la consecución de una política de desarrollo
industrial que tenga diversidad en investigación y desarrollo, así como
una adecuada orientación en materia tecnológica, cuestión que será clave
para esa política.
“Para que tenga éxito, las
universidades , el Estado y las empresas deben apostar a un modelo educativo
desde la perspectiva productiva”, señaló Ordóñez, lo que para Álvarez, a su
vez, “es reactivar la industria manufacturera al 95% de su capacidad instalada,
tecnificarla completamente a través de inversiones y reformar la Ley Orgánica
de Ciencia, Tecnología e Innovación”.
La Organización de
Cooperación Económica y Desarrollo (Oecd), cataloga a una nación
desarrollada en el campo industrial si su manufactura representa al menos
el 20% del Producto Interno Bruto (PIB), según estudios.
“La política de sustitución
de importaciones no es algo fallido, ni se quedó en el tiempo. Hay países como
Brasil, México y Costa Rica que han tenido resultados notables a través de una
política coherente en el campo industrial”, enfatizó el especialista en
desarrollo, Eduardo Ortiz.
Para el 2010, las exportaciones
en manufacturas realizadas, por ejemplo, en Brasil obtuvieron un porcentaje de
36,4% sobre el total. En tanto, en Colombia representaron 22,1%, en Costa Rica
60,2% y en México 74,7%, esto según el Anuario Estadístico de la Cepal.
Por su parte, para el
exministro Gustavo Márquez, se debe iniciar un modelo “endógeno” en
donde se apueste a tres grandes locomotoras, como Pdvsa, no desde el
punto de vista de enclave sino desde la generación de diversificación
industrial. La otras serían la agricultura y el turismo”, señaló Márquez.
A su vez, el economista
Humberto García Larralde manifestó que “el modelo sustitución de importaciones
en estos tiempos, es totalmente inviable”.
Agregó que se debe apostar a
un modelo que incentive a la empresa pero desde el punto de vista de la
competitividad.
Opina que ciertamente “se
debe reactivar la economía a través de las exportaciones”, indicó el académico,
al mismo tiempo que señaló: “la industrialización funcionó en el país hasta la
década de los 70 en el siglo pasado”.
Los primeros cimientos
En América Latina existen
experiencias desde el siglo XIX sobre industrialización endógena. Al término de
la Segunda Guerra Mundial, las naciones de la región se concentraron en cómo
producir productos con mayor valor agregado, para abastecer la demanda interna
y, luego, competir con el resto del mundo. Es así, como en 1949, de la
mano del economista cepalino Raúl Prebish, quien en su trabajo El desarrollo
económico de la América Latina y algunos de sus principales problemas,
evidenció, junto a Hans Singer, el deterioro continuo de la relación real de
intercambio entre el centro, constituido por el mundo desarrollado, y la
periferia representada por el subdesarrollo. “Lo que evidenció la teoría
Prebish-Singer, es que la demanda de los productos manufacturados crecía
de forma más vertiginosa que los productos primarios. Ante la dependencia, se
planteó la industrialización a través de la sustitución de importaciones”,
señaló el economista Eduardo Ortiz.
Según el texto Las Dimensiones
Económicas de la Globalización, realizado por la Comisión Económica para
América Latina y El Caribe (Cepal), los productos básicos industriales o
materias primas, excepto el petróleo, representaron para el comercio
internacional menos de la tercera parte de lo que significaban para 1920.
Intervención de los precios
petroleros
Ante el dilema: “precios
petroleros bajos convoca a la política sustitución de importaciones”, todos los
analistas expresaron que el dilema planteado es correcto bajo premisas
históricas y económicas.
En el trabajo sobre
Sustitución de Importaciones realizado por el profesor de la UCV, Eduardo
Ortiz, el autor argumentó que el proceso industrial es anterior al
planteamiento cepalino, es más, “en Venezuela comienza en 1922 con el
descubrimiento de petróleo en el campo La Rosa en la Costa Oriental del Lago, y
es en ese punto donde se inicia otro sistema político-económico en Venezuela”,
comentó, a su vez, el profesor
Alfredo Ordóñez
Entre las administraciones
de Rómulo Betancourt y Rafael Caldera, por ejemplo, el producto industrial
creció en 6,5% en promedio, a su vez, la inversión bruta fija para el sector
registró en ese período de tiempo 15%”, refiere el texto. Ya para 1974, la
tendencia alcista de la participación industrial en el PIB se estaba agotando
por el incremento del precio petrolero, que pasó de 3,71 dólares el barril a
10, 53 dólares el barril, debido a la guerra de Yom Kippur.
“Los petroestados desplazan
algunas políticas a razón de la conveniencia de los aumentos de los precios
petroleros. Esto dilató con frecuencia a otros sectores económicos, ¿quién dijo
que cuando los precios petroleros suben se abandona la agricultura? ”. La
política se debe ejecutar a través “de un proceso de aprendizaje. Imitando,
creando e innovando, como en los casos de Corea y Taiwán”, finalizó el
catedrático Eduardo Ortiz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico