Actúan con el mayor desparpajo y sin el
menor rescoldo. Ni el mínimo intento de disimularlo, hay sumo desprecio por la
opinión pública. No les importa ya evidenciar su incondicionalidad. El descaro
es ilimitado. La obsecuencia y la sumisión es manifiesta. Su comportamiento
avieso no los sonroja. Perciben la proximidad de la derrota y la asumen como
propia. Aunque algunos no se resignan y pretenden revertirla otros apuestan a
disminuir la ventaja. No vacilan en ejecutar las órdenes. Nicolás asume
atribuciones del CNE al rechazar la observación internacional y Tibisay no dice
nada. No causó sorpresa. Ya ni en su gastada y falaz retórica mencionan el
principio de independencia de los poderes.
En esta etapa su rol ha sido el de
emplear cualquier trapisonda para dificultar la confección de la
"maqueta" en la inscripción de las candidaturas de la fuerzas
democráticas. No se requiere especial suspicacia para suponer que de aquí a las
parlamentarias, emplearán cualquier artimaña para intentar darle un vuelco a la
actual situación, no les será fácil, el cuadro luce irreversible. Alguien -no
recuerdo quien- empleó acertadamente el símil del atletismo: " esta no es
una carrera de cien metros planos, es de obstáculos " . Se sitúan
militantemente al servicio de la estrategia diseñada por la cúpula del PSUV y
del gobierno. Esa conducta genera rechazo hasta en sus propios partidarios.
Recientemente coincidí con un viejo
amigo que fue dirigente estudiantil por los sesenta, en la actualidad dedicado
al libre ejercicio profesional afirma "estar con el proceso"; la
verdad es que nunca entendí como él se aproximó al gobierno de Carlos Andrés
Pérez, luego dió esa voltereta para apoyar desde hace 16 años al oficialismo.
Igual ocurrió con Eleazar Díaz Rangel ( Lulo para sus íntimos) quien produjo un
cabriola similar en su conducta política.
Nuestro amigo, quien pese al transcurrir
del tiempo conserva rasgos de su juvenil imagen y el carácter afable de
siempre, al rompe me soltó el siguiente comentario: "ya no encuentro
argumentos para defender esta pésima gestión y los abusos que cometen tanto el
TSJ como el CNE" y continuó revelando las cifras de encuestas, contratadas
por ellos, donde le conceden un amplio margen de ventaja a la oposición,
señalando que a esta altura resultarían inmodificables. No considero esa sea
una opinión aislada, es un expresión de lo que está ocurriendo en el campo del
oficialismo y no debe ser ignorada.
Con la decisión de la paridad de género
las damas del CNE evidenciaron "las costuras" al retroceder porque el
PSUV no cumplía con los requisitos establecidos inicialmente, más que un
problema conceptual era evidente la maniobra política.
El Tribunal Supremo de Justicia ha
sustituido Direcciones en el caso de Bandera Roja, el MEP, Copei y el MIN.
Asumiendo atribuciones que le corresponden a la militancia de los partidos y en
consonancia con los objetivos de la camarilla gobernante. En cada uno de estos
casos es perfectamente posible determinar el propósito de tales resoluciones.
El relación con Bandera la decisión de
asignarle la denominación a uno de los dos sectores en pugna, no produce
mayores alteraciones ya que ambos se asociarían por vías distintas, a
candidaturas fuera de la fórmula unitaria, en algún caso propiciando la
supuesta tercera vía.
En torno al partido fundado por Luis
Beltrán Prieto Figueroa, lo que hoy existe formalmente figura en el llamado
Polo Patriótico y la decisión sustituye un sector disidente por otro que
facilitó la integración en la "maqueta" del PSUV.
Lo de Copei es evidente además de
generar una incómoda controversia en la Mesa de la Unidad, se orienta a
confundir el electorado socialcristiano en regiones importantes donde ese
partido conserva influencia como en Táchira, Falcón y Miranda.
Llama particularmente la atención el
caso del MIN, partido que sustituyó en su tarjeta el logotipo de los lentes,
símbolo identificado con su fundador Renny Ottolina, por la palabra UNIDAD en
letras blancas sobre fondo azul claro. Por su parecido con la tarjeta de la MUD
el MIN obtuvo una significativa votación en anteriores procesos electorales. El
cálculo del oficialismo es que ese partido participando con candidatos propios
y con esa tarjeta, la confusión que podría generar le restaría votos a la
opción unitaria.
Este breve y sencillo recuento -tan sólo
referido a la inscripción de los candidatos-ilustra la disposición del
oficialismo a emplear todos los recursos a su alcance para propiciar la
división y auspiciar la abstención en el campo opositor como ejes fundamentales
de su estrategia. Aún con la ventaja que se manifiesta en todos los estudios de
opinión, no debe subestimarse su capacidad de maniobra, el abuso, los
atropellos,el ventajismo y la falta de escrúpulos.
En la presente coyuntura se requiere
asimilar experiencias recientes, evitar los fundamentalísimos para no reincidir
en errores del pasado. Este proceso requiere de una dirección política con
oficio, capaz de actuar sin estridencia, con firmeza y aplomo para sortear
nuevamente los obstáculos y las provocaciones. En la oposición existen críticas
-algunas fundamentadas - hacia la MUD, de allí a desconocer las virtudes y
aciertos de la Mesa de la Unidad media un gran trecho, que puede conducir a nuevos
desaciertos; ya que ella es la única instancia apta para conducir con éxito a
las fuerzas democráticas en los días por venir.
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