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domingo, 21 de agosto de 2016

Madre Teresa: modelo de misericordia, trabajo y oración para el Papa, por @Pontifex_es



Papa Francisco 20 de agosto de 2016

Cuando el Papa Francisco canonice a la Beata Teresa de Calcuta este 4 de septiembre, no será simplemente un cumplimiento del deber de su oficio, él estará honrando a una mujer a la cual él mismo se ha referido como un símbolo, un ícono de nuestra era.

Madre Teresa: modelo de vida para el Papa Francisco
 
Cuando se habla de la intersección de la oración, la piedad, actos concretos de caridad y de paz, la Madre Teresa era a la primera persona que el Papa Francisco tomaba como referencia.

En una de sus primeras homilías en las mañanas de noviembre, el Papa Francisco habló sobre la guerra y sobre cómo, por la forma que viven sus vidas, muchas personas promueven el odio en lugar de paz. La venta de armas, en lugar la propagación del amor. En ese entonces dijo:

“Mientras los traficantes de armas hacen su trabajo, hay pobres sembradores de paz que dan su vida para ayudar a una persona, y luego a otra, y a otra... La Madre Teresa fue claramente uno de esos pacificadores"

“Con cinismo, el poderoso podría decir «¿Pero qué logros hizo esta mujer? Ella pasó toda su vida ayudando a morir a la gente»”, dijo el Papa Francisco, señalando que los cínicos no se dan cuenta de que la Madre Teresa comprendió el camino hacia paz, mientras que ellos no.

Una vida de oración y misericordia

Una reflexión mucho más extensa del Papa sobre el tema fue publicada en julio; el Papa escribió el prefacio de un libro perteneciente a una editorial italiana, dicho libro relata las charlas que la Madre Teresa realizó en Milán en 1973.

La vida de la Madre Teresa demostró estar centrada en la oración, en la caridad, en el acto de la misericordia, en la familia y en la juventud. El Papa Francisco escribió:

La Madre Teresa incansablemente nos invita a extraer de la fuente del amor: Jesús crucificado y resucitado, presente en el sacramento de la Eucaristía”. Ella comenzaba cada día con la Eucaristía y terminaba con la adoración eucarística, lo cual hizo posible “transformar su trabajo en oración.

Su oración la llevó a los extremos de la sociedad – las periferias – reconociendo a los pobres y a los marginados como sus hermanos y hermanas, ofreciéndoles compasión.

La monjita que vestía un sari blanco de algodón con detalles azules, enseña a las personas que sentir compasión es posible sólo cuando el corazón abraza las necesidades y heridas del prójimo, dando testimonio a la caricia de Dios"

“El evangelio le dice a las personas que serán juzgados en el fin de los tiempos por cómo alimentaron a los hambrientos, como vistieron a los desnudos y como se encargaron de los que necesitaban su ayuda. La Madre Teresa hizo de esta página del Evangelio una guía para su vida y para el camino a su santidad –lo cual puede funcionar para nosotros también”.

El Papa Francisco también señaló en el libro que, a partir de su experiencia atendiendo a los marginados, la Madre Teresa conocía y constantemente enfatizaba en la importancia de la familia y de la oración en familia.

“En casa es el lugar en donde las personas aprenden a sonreír, a perdonar, a dar la bienvenida, a sacrificarse por el otro, a dar sin esperar nada a cambio, a rezar y a sufrir juntos, para regocijarse y ayudarse los unos a los otros”.

Y, en un mensaje dirigido a los jóvenes que se encontraban al final del prefacio, dijo: “

Vuelen alto como el águila, que es el símbolo del país de origen de la Madre Teresa, Albania. No pierdan la esperanza, no dejen que nadie robe sus futuros, el cual está en sus manos. Permanezcan con el Señor y ámenlo así como él les ama a ustedes; sean constructores de puentes que destruyan la lógica de la división, del rechazo, el miedo al otro, y pónganse a ustedes mismo al servicio de los pobres”.

También hizo referencia a la Beata Teresa en su exhortación apostólica del 2013, “Evangelii Gaudium”, proclamación del Evangelio en el mundo moderno. La afirmación del derecho y la obligación de los cristianos al expresar públicamente sus opiniones sobre temas políticos y sociales con motivo de promover el bien común. El Papa escribió:

“¿Quién pretendería encerrarse en una Iglesia y callar el mensaje de San Francisco de Asís y de la Madre Teresa de Calcuta? Ellos mismos lo habrían encontrado inaceptable.Una fe auténtica, verdadera – la cual jamás es cómoda o totalmente personal – siempre implicará un profundo deseo por cambiar el mundo, por transmitir valores, por hacer de la tierra un lugar mucho mejor, de dejarla mejor que como la encontramos”.

En abril, volando de regreso a Roma desde Lesbos, Grecia, con 12 refugiados sirios, se le preguntó al Papa qué diferencia podría hacer visitar un campo de refugiados o albergar a alguno de ellos. "Voy a responder con una frase que no es mía", dijo a los periodistas que viajaban con él.

"La misma pregunta se le hizo a la Madre Teresa: ‘Todo este esfuerzo, todo este trabajo, sólo para ayudar a las personas a morir. ¡Lo que estás haciendo es inútil! ¡El mar es muy grande!’” La Madre Teresa respondió: “A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar no sería el mismo si le faltara esa gota’. Así es como yo respondería, es un gesto muy pequeño, pero es uno de esos pequeños gestos que – todos, mujeres y hombres – debemos hacer para llegar a alcanzar a aquellos que nos necesiten”.

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