Pablo Pérez 17 de diciembre de 2015
@PabloPerezOf
Los venezolanos dimos una contundente
e incuestionable muestra de civismo, firmeza y prudencia en las elecciones del
6D. Esa es una señal bien clara de la madurez política alcanzada por la mayoría
en el país, porque a pesar del malestar colectivo y el deterioro de la economía
venezolana, la violencia no fue el camino, sino la democracia.
Civismo porque confiamos en el voto
como instrumento de la lucha ciudadana, cuando los pronósticos hablaban de
posibles estallidos sociales ante el deterioro de la calidad de vida de la
población.
Firmeza porque la gente sin miedo acudió
a votar sin prestar mucha atención a las amenazas que desde el Gobierno se
lanzaron por diversas vías para desmotivar a los electores.
Y prudencia porque nadie cayó en las
trampas que el Gobierno fue colocando en el difícil camino electoral, con el fin
de generar situaciones violentas que sólo pueden favorecer a quienes además del
monopolio de las armas, tenían grupos de choque prestos para atacar a la
Venezuela que quería cambio.
Esa misma combinación de civismo,
firmeza y prudencia marcará la conducta y las decisiones que soberanamente
tomará la nueva Asamblea Nacional. Nuestros parlamentarios han diseñado una
extraordinaria agenda legislativa para actuar en el campo político, económico y
social.
No vamos a atropellar a nadie, pero
tampoco permitiremos atropellos de quienes insisten en mantener un modelo que
fracasó. En la AN no se tomarán decisiones de política económica, pero si se
puede intervenir el marco legal que permita la recuperación del Estado de
Derecho y la confianza de los inversionistas nacionales y extranjeros.
No ganamos con un espíritu de
revancha, ni atropellos, porque el país votó por un cambio y ese cambio implica
hacer todos los esfuerzos posibles por recuperar el respeto, la tolerancia y la
concordia entre los venezolanos. Para ello se requiere de una amnistía que
permita la liberación de los presos políticos, incluyendo a decenas de
estudiantes y otros ciudadanos que fueron criminalizados por el Gobierno porque
se atrevieron a hacer uso de su legítimo derecho a la protesta cívica.
Pero si ganamos para recuperar la
institucionalidad y las competencias del Parlamento en el control del derroche
del Gobierno. Tal como han adelantado varios diputados, las instituciones
públicas deben rendir cuentas porque hasta ahora se han beneficiado de la
opacidad de un régimen que no entregaba cuentas claras de sus actuaciones.
La nueva Asamblea Nacional será un
verdadero parlamento para la discusión de los grandes temas nacionales, para la
toma de decisiones legislativas que ataquen los problemas que agobian a los
venezolanos y además para vigilar y controlar lo que se hace con el dinero
público. Eso es un mandato y lo vamos a cumplir.
@PabloPerezOf
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico