Por Eddie Ramírez, 08/09/2015
Nuestra producción de alimentos evolucionó en corto tiempo del conuco,
que solo suministraba sustento a unos pocos, a un modelo que llegó a abastecer
parte del consumo local e incluso a exportar unos pocos rubros. Este logro fue
a pesar de las erráticas políticas agrícolas de casi todos nuestros gobiernos,
de una moneda sobrevaluada y de unas condiciones de suelos que no son las
mejores. Esta evolución fue posible gracias al éxito del combate contra el
paludismo en el medio rural y al ingreso petrolero que permitió la captación de
un importante número de agricultores venidos de ultramar, la formación de
valiosos profesionales del agro, la adquisición de maquinarias, equipos e
insumos, la construcción de infraestructura y el otorgamiento de subsidios
aunque a veces mal orientados.
La presencia de numerosos agricultores venidos principalmente de
Italia, España y Portugal fue fundamental para el progreso de nuestro sector agrícola,
especialmente en los rubros de arroz, frutales y hortalizas. Estos laboriosos
inmigrantes acudieron a esta tierra que otrora fue de Gracia atraídos por el
crecimiento económico que impulsaba el oro negro. También la mano de obra
colombiana ha sido importante en la ganadería y cosecha de café.
Gracias al petróleo pudimos formar valiosos recursos humanos tanto en
Venezuela, como en prestigiosas universidades del exterior. Tuvimos excelentes
peritos agrónomos y productores como Chollet, Argenis Vivas, Concho Quijada,
Waldemar Cordero, René Sosa y Luis Infante. Personalmente debo parte de mi
formación como entomólogo a las enseñanzas prácticas de los peritos Miguel
Nieves y Oscar Cedeño. Hemos contado con destacados ingenieros agrónomos y
veterinarios como Campos Giral, Marcano Coello, JJ Cabrera Malo, Jesús Silva
Calvo, Pompeyo Ríos, López Luque, Badillo, Jaime Henao Jaramillo, Mauricio
Báez, Luis Segnini, Héctor Hernández Carabaño, Rojas Gómez, Felipe Gómez
Álvarez, Hugo González, Pedro Elías Marcano, Fontana, Bascones, Obregón, Pedro
y Julia Brito, Fernández Yépez-JJ Villasmil, Humberto y Lilian Reyes, Benachio,
Pla Sentis, JJ Montilla, Comerma, Arias, Mazzani, Hernán Oropeza, Plasse,
Eduardo Gonzáles Jiménez, Claudio Chicco y muchos otros que dieron importantes
aportes a nuestra agricultura.
También algunos de nuestros profesionales del agro han mostrado
entereza para defender al sector agrícola. Al respecto recordamos el caso de
Eduardo Mendoza Goiticoa, Ministro de Agricultura, y Claudio Muskus , Director
de Ganadería, que renunciaron a raíz de que la Junta Revolucionaria de Gobierno
presidida por Betancourt tomó la decisión de importar carne de Argentina, país
afectado por la fiebre aftosa, que por esa medida populista se introdujo en
nuestro país.
El sector privado hizo importantes contribuciones al desarrollo de
nuestra agricultura. Basta recordar el apoyo entusiasta que dio Eugenio Mendoza
Goiticoa para que el sorgo fuese una realidad que cambió la ganadería en el
Guárico, que pasó de un sistema de trashumancia a uno permanente en donde los
animales disponían en el verano de la soca del sorgo. También el apoyo a
Foremaíz, esfuerzo conjunto entre la Fundación Mendoza y el sistema de
investigación del Estado. Igualmente la labor de la Fundación Polar en apoyo a
la investigación en soya y maíz, y de la Fundación Danac, también patrocinada
por esa empresa.
Además de café y cacao, productos tradicionales de exportación, en la
etapa de la Venezuela civil llegamos a exportar arroz, mangos y melones; nos autoabastecíamos
de carne de res, de pollo, huevos y maíz blanco y gastábamos en importaciones
de alimentos unas cinco veces menos que en la actualidad. . Nuestras
limitaciones de suelo y clima nos impiden ser una potencia agrícola, pero sí
podemos autoabastecernos de muchos rubros y tenemos ventajas comparativas y
competitivas para producir arroz, café, cacao, frutales, caña de azúcar,
especies maderables y carne de vacuno.
Después de haber contado con una pléyade de buenos profesionales del
campo, extraña que hoy nuestras facultades de agronomía, de veterinaria y de
zootecnia permanezcan mudas ante los atropellos a la propiedad privada en el
campo, así como ante la desastrosa situación de nuestra agricultura. Mientras
en los mercados mundiales se consiguen aguacates de Guatemala y de México,
plátanos y cambures de Costa Rica y de Ecuador, café de Colombia y de Brasil,
es inaudito que el ministro de agricultura, siendo ingeniero agrónomo y
profesor universitario, se preste no solo para que el régimen importe café y
arroz de Nicaragua, arroz de Guyana y carne de Argentina, sino para las
agresiones al sector privado agropecuario.
Ciertamente requerimos mejorar la infraestructura agrícola y apoyar más
a la investigación, pero cualquier esfuerzo será vano si no hay seguridad
personal y jurídica en el campo. Esto solo se logrará con un nuevo gobierno,
cuya meta a largo plazo debería ser tener una balanza comercial agrícola
cercana al punto de equilibrio.
Como en botica: Como político que piensa en el futuro, Leopoldo López
tenía que presentarse ante la justicia roja y el estudiante Marco Coello,
torturado por el régimen, tenía que solicitar asilo. Leopoldo debería quedar
libre de culpa. Si es sentenciado seguirá libre, aunque en Ramo Verde, mientras
que si se comete el exabrupto de condenarlo, la jueza seguiría caminando por
estas calles, pero condenada por la opinión de los demócratas. ¡No más
prisioneros políticos, ni exiliados!
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