Por René Nuñez,
11/06/2015
Quedamos la vez
anterior resaltando la ineludible e impostergable necesidad de construir una
alternativa democrática opositora capaz de asegurar la victoria en las próximas
elecciones parlamentarias. Con un objetivo muy claro y definido: alcanzar la
mayoría calificada para restablecer los principios básicos en que se sustenta
la democracia: las libertades, la igualdad en el trato ante la norma o ley, el
respeto al derecho ajeno, la diversidad de pensamientos y acciones, la
solidaridad inteligente y, la participación real del ciudadano en el diseño,
los reclamos y las exigencias de cumplimiento de las políticas públicas,
que no son más que soluciones estructuradas de los problemas y
necesidades de la sociedad.
Esto pasa por el
rescate de los poderes públicos, colocando al frente por “concurso de
credenciales” a los más idóneos, honestos y de independencia partidista.
Habrá que evaluar el mecanismo y el soporte legal para garantizarlo. Pues no
cabe duda, los rectores que tenemos hoy en día han sido pocos objetivos y
justos en la toma de decisiones y resoluciones de conflictos.
La nueva asamblea
nacional tiene mucho trabajo como la de recomponer su tejido interno, ejercer
el control de la gestión pública sin retaliaciones, la exigencia de
cumplimiento del presupuesto nacional, la rendición de cuentas.
El 80% de los
venezolanos están dispuestos a participar y ejercer el voto en los comicios
legislativos de diciembre, según las últimas encuestas; nos demuestra el
interés de la masa popular de castigar y cobrar políticamente al régimen
sus desaciertos, abusos, manejos fraudulentos, pero sobre todo la desmejora de
las condiciones sociales y de vida de la gente. La miseria, la pobreza y el
dolor por tanta injusticia.
El gobierno
atiborrado de problemas de todo orden e incapacitado financieramente para
revertir esas condiciones, esta vez no la tiene fácil para mantener esperanzado
a sus seguidores y al pueblo en general. La crisis de país llegó y tocó las
puertas de las casas de los casi 30 millones de venezolanos que ya no ocultan
su malestar y sus deseos de cambio.
Nunca antes la
Oposición había tenido una clara oportunidad de vencer en unas elecciones como
ahora. Le corresponde a la MUD prepararse y organizarse inteligentemente para
transformar el descontento nacional “in crescendo” en la fuerza aliada de la
conquista parlamentaria.
Pensando en los
mejores intereses de la democracia y de la nación, la MUD debe considerar,
entre otras, las siguientes premisas:
1. Tarjeta única.
2. Estructurar una
plancha de candidatos con los más preparados, decentes y luchadores sociales;
no todos deben ser dirigentes partidistas; tratándose de materias de estado
debe asegurarse la presencia en el Hemiciclo, como antes se hacía en el otrora
congreso nacional, de representantes de todos los sectores de la vida nacional.
Dirigentes independientes
3. Explicar el abandono de las funciones de los actuales
diputados del oficialismo para convertirse en un brazo ejecutivo del gobierno.
4. Inicio de una
estrategia de comunicación para recordar los trastornos económicos y sociales
de los ciudadanos; las propuestas para atacar los desequilibrios e
inestabilidad. Los compromisos que están adquiriendo con sus regiones.
Acá en Bolívar, se
pudiera recordar quienes fueron los diputados del Psuv que le prometieron la
defensa de sus intereses regionales y municipales, y no lo hicieron. Preguntar
sí han vuelto a pasar por sus caseríos, sus barrios, sus sectores, sus
municipios. La hora de evaluación de sus gestiones; una crítica perspicaz, sin
caer en las descalificaciones; por el contrario, positiva, constructiva y
explicativa de cómo lo van a hacer, y por qué requieren ganar por mayoría
absoluta (110 curules) la AN.
Hasta aquí todo
pareciera dentro de la MUD Bolívar tenerlo claro. La contrariedad se inicia
¿Cómo hacer para confeccionar una plancha unitaria representativa ganadora? Los
partidos mayoritarios y minoritarios en el caso de Guayana, les ha sido difícil
hasta ahora ponerse de acuerdo. Los partidos fuertes dicen que le corresponden
colocar en ella sus candidatos conforme con los resultados de las últimas
elecciones; en cambio los pequeños, más de siglas que de trabajo político
activo permanente, se apoyan en el argumento de la representación de las
minorías.
Insisto, Bolívar
por su complejidades de intereses lo ideal sería elaborar una terna integrada
por un representación de los trabajadores, uno que conozca por dentro y por
fuera la gerencia de las empresas básicas, uno en representación del sector
comercio e industrial, y por dirigentes partidistas. Nombres los hay de sobra,
le darían a la MUD la repotenciación y credibilidad para asegurar una gran
victoria en todo el estado. ¿Cómo que estoy exigiendo mucho?
Presidente de
Ifedec, capítulo Estado Bolívar
@renenunez51
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