Por Maximiliano Donat, 11/06/2015
Previo a cualquier evento electoral esta palabra es manoseada por todos
los factores que aspiran ser favorecidos por el voto de los electores. En
Venezuela tenemos 16 años escuchándola en boca de todos aquellos que desean ser
beneficiados con un puesto o cargo de elección popular.
Unidad, Unidad, Unidad decía
Chávez, Capriles, el Polo Patriótico, La
MUD en cada elección y hoy no es diferente a las puertas de una nueva elección
parlamentaria.
Ahora ¿Unidad de quien o quienes? ¿Unidad para qué? , por los momentos la respuesta que hemos
recibido los ciudadanos de la unidad ha sido una repartición de espacios de
poder político entre los actores partidistas que han intervenido en los eventos
electorales. La unidad como esperanza de cambio enarbolada por todos los
factores partidistas prometiendo un triunfo aplastante unos para mantener status
quo de la “revolución” otros para establecer un nuevo grupo de poder
gobernante.
Cuando los ciudadanos nos sentamos y objetivamente observamos el
resultado de este llamado a unidad, nos damos cuenta que nunca fuimos parte de
la prometida unidad, nunca hubo otro objetivo en su definición unitaria que no
fuese mantenerse o acceder al poder del gobierno.
Más allá de una Unidad, es necesario que los ciudadanos reflexionemos,
maduremos, deliberemos y sobre todo organicemos nuestras decisiones en torno a
un proyecto de País factible, pragmático, operativo y ejecutable a corto y
mediano plazo fundamentados en el marco constitucional de los Derechos y Deberes
del Ciudadano y que se manifieste en un Estado cuyas instituciones respondan
eficientemente con una Nueva Gestión Pública a las necesidades de sus
ciudadanos, donde la eficiencia no sea una marca de las instituciones privadas,
sino que sean parte inseparable de las instituciones públicas.
Ahora bien, ¿Estamos los ciudadanos lo suficientemente maduros para
participar políticamente en la administración pública para establecer los
parámetros de eficiencia y eficacia en las instituciones del Estado? Indudablemente
que no tenemos la masa crítica suficiente para generar un cambio a corto plazo,
pero las Ongs como instrumentos de participación política comienzan a ganar
espacio en la conciencia y nuevo pensamiento político del ciudadano, generando
una plataforma con capacidad de irrumpir como un fuerza minoritaria pero con
capacidad de gobernar y promover cambios sostenibles en la implementación de la
Nueva Gestión Pública a todo nivel del Estado
y comenzar la gradual eliminación del modelo burocrático, centralista y
clientelista de las instituciones públicas.
No hay duda, el 2015 será el inicio de la Era Ciudadana y las
organizaciones de base vecinales y organizaciones sin fines de lucro con
responsabilidad social serán los protagonistas de estos cambios. El Cambio
venezolanos no comienza con la u de unidad sino con la C de Ciudadanos.
Coord. Nacional OngDeCiDo( Democracia y Ciudadano Domine)
maximilianodonat@gmail.com
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