ANTONIO MARIA DELGADO 07 de Diciembre de 2015
La
derrota electoral sufrida el domingo por el régimen de Nicolás Maduro, que
sentó los cimientos de un verdadero proceso de cambio en el país, se produjo
luego que la máxima cúpula del chavismo perdiera el respaldo incondicional del
alto mando militar que terminó rehusándose a participar en lo que hubiese sido
un fraude masivo.
Fuentes
cercanas a la situación explicaron que el ministro de Defensa, Vladimir Padrino
López, se rehusó a participar a las intensiones de Maduro y del presidente de
la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, por desconocer en la masiva victoria de
la oposición, lo que hubiera gestado un peligroso escenario de violencia.
Según
las fuentes, Padrino insistió ante Cabello y Maduro que las Fuerzas Armadas
venezolanas solo respetarían un anuncio que reflejara el resultado recogido en
las urnas de votación, decisión que terminó obligando al chavismo a reconocer
la victoria de la oposición.
“Padrino
López asumió un gran riesgo, se la jugó para preservar la institucionalidad”,
dijo una de las fuentes que habló bajo condición de anonimato.
Otra
de las fuentes agregó: “No quería convertirse en el responsable de las muertes
que podrían producirse” como resultado de lo que el régimen, en su
desesperación, estaba preparando para ejecutar.
La
opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), asegura haber conseguido al menos
112 diputados en la Asamblea Nacional, con lo que alcanza los dos tercios de la
Cámara, y que aún quedan por contabilizar cuatro escaños.
“Esta
ventaja de 112 a 51 (que se ha obtenido sobre el gubernamental Partido
Socialista Unido de Venezuela, PSUV) se logra con una ventaja nacional de algo
más de dos millones de votos”, dijo en la mañana del lunes el miembro del
Comité Ejecutivo de la jefatura de la de la campaña de la MUD, Enrique Márquez.
Con
112 diputados, la oposición contaría con una súper mayoría que le permitiría
comenzar a desmontar el férreo control que el chavismo mantiene sobre el poder
en el país petrolero.
Horas
antes, el Consejo Nacional Electoral, entidad controlada por el chavismo, había
admitido que la oposición había ganado por un amplio margen de 99 diputados a
su favor frente a los 46 del chavismo, mientras que aún quedaban 22 escaños por
definir.
Las
fuentes señalaron que el régimen no pretendía aceptar una derrota de esa
magnitud y estaba dispuesto a pagar cualquier precio por preservar el control
de la Asamblea Nacional.
La
posibilidad de modificar el resultado fue discutida a inicios de la semana
pasada en una reunión sostenida en el Fuerte Tiuna, la principal sede militar
de Caracas, en la que participó la máxima cúpula del régimen, el alto mando
militar, los organismos de inteligencia y al menos un representante del
gobierno cubano, según un reporte sobre el encuentro obtenido por el Nuevo
Herald.
“Las
voces más activas de la reunión fueron las del presidente Maduro, Diosdado y el
ministro de la Defensa. Todas las encuestas de cierre referidas y comentadas
parcialmente por el presidente eran demoledoras en los números” contra el
gobierno, señaló un informe sobre el encuentro, cuya realización fue confirmada
a el Nuevo Herald por tres fuentes distintas.
Una
de las encuestas que generó más preocupación fue un sondeo interno de las
Fuerzas Armadas Nacionales que arrojaba que la impopularidad del régimen entre
los militares alcanzaba la misma proporción que la registrada a nivel nacional.
Esta intención del voto a favor de la oposición superaba a la del chavismo por
casi 35 puntos.
Según
el informe escrito sobre ese encuentro, Padrino le informó a Maduro que sería
“peligroso hacer retoques en los resultados electorales definitivos” a nivel
nacional dado al alto nivel de rechazo que el gobierno está registrando dentro
del sector militar y al hecho de que los resultados se conocen al detalle por
todos los oficiales que forman parte del Plan República.
“Hubo
un momento de tensión durante la reunión, lo fue cuando Diosdado Cabello expuso
que ‘lo que estaba en juego el domingo era el futuro de la revolución y la
cabeza de todos los presentes’ y el ministro Padrino en una intervención de
cierre señalaba que él tenía el compromiso de salvar la responsabilidad institucional
de la FAN”, agregó el reporte.
“Ni
al presidente Maduro, ni a Diosdado les gustó cuando el ministro Padrino señaló
que las responsabilidades eran individuales, que él iba a asumir las suyas”,
señaló el documento.
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