Por Gustavo Roosen
Las contradicciones se han
apoderado de la dinámica económica nacional. El gobierno se empeña en endosarle
a componendas externas de países enemigos el destrozo de las variables
nacionales, cuando la realidad es que lo que ha sumido al país en una debacle
de grandes proporciones es la sumatoria de decisiones profundamente equivocadas
en el terreno de lo económico y la desatención al manejo de las enormes
dificultades cambiarias y monetarias que el propio gobierno ha desatado. No
existe ninguna racionalidad en nuestra dinámica económica ni congruencia alguna
entre los elementos que la componen. Imperan el sinsentido y la contradicción.
Un elemental ejercicio
numérico ilustra la dramática irracionalidad que describimos y de la cual no
somos culpables sino nosotros mismos. Una gandola de combustible transporta
38.000 libros de gasolina. Esta carga de un camión cisterna, al precio de un
bolívar por litro para el combustible de 91 octanos, representa 38.000
bolívares. Haciendo 20 viajes en un mes, la factura del combustible
transportado suma en un semestre 4.560.000 bolívares, que al cambio del mercado
no oficial llega hoy apenas a 2 dólares. Si en lugar de emplear la tasa del
mercado no oficial, utilizamos un valor cambiario aceptado por nuestras
autoridades, es decir la tasa de 1.303.000 bolívares por dólar aplicable a las
transacciones asociadas al envío de remesas a través de las empresas autorizadas
por el gobierno, esta operación semestral arrojaría el resultado de 3,28
dólares.
La distorsión se vuelve más
evidente cuando se mira lo que ocurre en otras economías. Del otro lado de la
frontera colombiana, un litro de gasolina se vende, grosso modo, en 0,8
dólares. Si utilizamos ese precio al consumidor en la tierra vecina –es decir,
sin ir tan lejos como considerar el precio en una estación de gasolina en
Estados Unidos o en Europa– en esos mismos 6 meses el ingreso por los 38.000
litros alcanzaría la suma de 3.648.000 dólares, muy lejos de los 2 exiguos
dólares facturados en Venezuela.
La falta de racionalidad
económica del precio del combustible en el mercado nacional se hace más
palpable si vamos un poco más lejos y examinamos por comparación el costo del
mantenimiento de uno solo de los componentes del carro tanque en el que se
transporta la gasolina. ¿Cuál ha sido en estos mismos 6 meses el costo de los
neumáticos de la gandola, cada uno de los cuales cuesta 200 dólares y cuya
duración promedio se calcula en 40.000 km? A un promedio de 300 km por viaje,
la gandola habrá recorrido en el semestre 36.000 km. La reposición de los 20
cauchos de cada unidad, en consecuencia, sería de aproximadamente 4.000
dólares. Salta a la vista que el valor en Venezuela de la gasolina transportada
a lo largo de 6 meses por un carro tanque de 38.000 litros –2 dólares a la tasa
innombrable y 3,28 dólares a una tasa oficial– dista mucho de poder pagar el
valor de reposición de una sola de las llantas del vehículo.
No es preciso recordarle al
lector que no es en Estados Unidos donde se fija el precio de venta de un litro
de este subproducto de nuestra riqueza primaria y principal fuente de ingresos.
La decisión se toma en Venezuela, por venezolanos. Estamos, pues, claramente
ante una de las múltiples incongruencias producidas por políticas mal diseñadas
y por la demostrada incapacidad para comprender la economía y manejar sus
variables. Para nada interviene, ni en este ni en otros casos, la mano de
ninguna potencia extranjera animada del deseo de destrozar la economía
revolucionaria. Ha sido atribución única de nuestras propias autoridades, las
que han gobernado el país por casi dos décadas, preservar responsablemente el
patrimonio que les fue encomendado. Es su responsabilidad.
Solo en el terreno del precio
de los combustibles en el mercado interno, y repito que no es más que un
ejemplo con fines ilustrativos, nos encontramos hoy de cara a una distorsión
creciente, una asimetría inalcanzable y de muy difícil solución a falta del
capital político y de la fuerza gerencial necesarios para enderezar los
entuertos.
nesoor10@gmail.com
18-06-18
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