Luis Manuel Esculpi 28 de agosto de 2018
Los
Foros parecieran ser de las diversas actividades que realiza la Fundación
Espacio Abierto la de mayor proyección. Esta Fundación cuyo propósito
fundamental es la reflexión política, tiene años organizando estos eventos una
vez al mes, aunque en este agosto ha realizado dos; uno dedicado a la economía
y el último con jóvenes dirigentes de los partidos políticos, sobre la
situación nacional.
No
acostumbro utilizar este espacio para comentar estos encuentros, si mal no
recuerdo solo en una oportunidad anterior a esta, dedique mi artículo semanal a
reseñar ese intercambio de ideas.
El
acto del sábado pasado presentó unas cualidades dignas de ser destacadas, las
exposiciones de los cuatro ponentes, Stalin González diputado de Un Nuevo
Tiempo, Manuela Bolívar de Voluntad a Popular, Miguel Pizarro de Primero
Justicia y Lusmar Franco, integrante del Buró Nacional Juvenil de AD; se
caracterizaron por la profundidad de sus análisis y la frescura para comunicar
las ideas. Es de subrayar que su visión está acompañada de unas vivencias y una
práctica concreta del accionar político, vinculado a comunidades, especialmente
a las de sectores populares en diferentes regiones del país.
Al no
sólo predicar “el deber ser” de la acción política de este tiempo, sino además
asumir los errores cometidos y demostrar voluntad de rectificar, desde el
trabajo de campo, constituye otro aspecto en sus intervenciones que debe ser
valorada y que marca una notable diferencia con otros comportamientos
políticos, apreciar que estamos frente a una nueva realidad que exige nuevas
repuestas y no la repetición de viejas fórmulas, constituye una conclusión
fundamental para despejar la incertidumbre del presente.
La
compresión que el trabajo político debe concentrarse en la base de la sociedad,
en comunicación directa con sus habitantes, en los lugares de trabajo y
estudio, allí donde transcurre la cotidianidad, donde se sufre la gravedad de
la crisis, la necesidad de coordinar y orientar las protestas reivindicativas,
la conciencia de la importancia de la organización son planteamientos centrales
para estructurar el movimiento opositor en la coyuntura actual.
La
convicción de la necesidad de la unidad más allá de las organizaciones
partidistas, para ofrecer una alternativa válida frente al actual estado de
cosas, el relato de su propia experiencia de encuentros entre los que asumieron
un rol dirigente, incluso antes de las jornadas del año 2007 – desde los más
experimentados- como Stalin, Manuela y Pizarro, hasta los más recientes como
Lustay, han cultivado relaciones de amistad y confianza mutua, he allí una de
las claves que les ha permitido, pese a pertenecer a distintas organizaciones,
la actuación conjunta.
Mientras
los oía recordé una reunión de la Concertación chilena donde estaban presentes
Genaro Arriagada, quien fuera Secretario Ejecutivo de la Alianza y Sergio Bitar
ministro de varios gobiernos socialistas, a nuestra pregunta: ¿Cómo fue posible
que lograran concertarse factores que estuvieron enfrentados, para actuar
unitariamente frente a la dictadura de Pinochet? Arriagada respondió de
inmediato que habían construidos canales de comunicación, para eliminar las
asperezas, construir vínculos de amistad y reducir o eliminar la desconfianza.
Aseveración que fue respaldada plenamente por Bitar.
Lejos
de nosotros la idea de plantear la lucha en términos generacionales, el hecho
de destacar las virtudes de un análisis, no significa desconocer carencias y
limitaciones que pueden ser superadas con la experiencia. Hay algunos
representantes de la generación del 2007, que indignamente se plegaron al
oficialismo por razones crematísticas, afortunadamente constituyen excepciones,
no precisamente honrosas.
La
lucha requiere de una integración ínter generacional que acompañe el ímpetu de
la juventud, con la experiencia de quienes ya no lo somos. Asumiendo que “no
nos las sabemos todas” y hay aprendizajes de los jóvenes que nos pueden servir
de enseñanzas a todos en esta etapa crucial de nuestra historia
Luis
Manuel Esculpi
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