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domingo, 10 de junio de 2018

Hasta botellas de refresco llenan los comerciantes de Caracas ante la falta de agua por @SHARIAVENDANO



Por Shari Avendaño


Ha tenido que dejar pasar clientes. El agua que recogen dos veces por semana está reservada para las prendas que ya están pagadas, por lo que es imposible cumplir con encargos de última hora. El responsable de una tintorería de la avenida Baralt, al igual que varios comerciantes de Caracas, ha visto afectadas sus actividades y disminuidas sus ganancias por el problema del suministro de agua en la ciudad.

Desde el tanque hasta botellas de refresco… Los trabajadores llenan “todo lo que se pueda llenar” para paliar la falta de agua, según explicaron a Efecto Cocuyo durante el recorrido realizado entre el jueves 7 y el viernes 8 de junio. Sin embargo, aún previendo la escasez, la situación les hace perder dinero y los ha hecho reducir sus servicios. “Las ventas han bajado un 70%. Nos mantenemos gracias a los clientes que vienen de los ministerios“.

Carolina Alfonso, vendedora de una carnicería cercana, detalló que el sector tiene al menos dos meses y medio sin servicio continuo de agua. “Ni cuando hubo sequía en el (embalse del) Guri pasamos tanta roncha“, aseguro. Comentó que  los comercios de la zona ven limitado su acceso a camiones cisternas por su cercanía con las instituciones del Estado. “A nosotros nos surten de últimos“.

En La Candelaria la situación no mejora. En la peluquería en la que trabaja Ana Madrid, cerca de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), se le dice a las clientas que “vengan con su cabello lavado” o, en el caso de que se estén haciendo algún tratamiento “salen corriendo a algún edificio cercano” a retirarse los tintes o químicos. “Aquí la gente es muy solidaria“, dijo la encargada refiriéndose a los vecinos del sector que les permiten llenar botellones y potes en sus casas.


Hacia el este de Caracas, en Los Ruices, el servicio de agua es provisto de forma irregular. El responsable de un negocio de comida, quien no quiso ser identificado, contrata tres cisternas al día -cuyo costo ronda los 40 millones de bolívares cada una- y compra botellones para que el negocio pueda continuar con sus actividades cotidianas.

Mary Contreras, vendedora en una lunchería de la misma manzana, explicó que el agua la ponen todos los días a las seis de la mañana, a la una y a las seis de la tarde, durante una hora cada vez, lo que les impide ofrecer el baño a su clientela.

En el municipio Chacao, un restaurante ubicado en Centro Plaza ha tenido que cerrar temprano por la escasez de agua. El filtro les ayuda a no tener que adquirir botellones de agua para trabajar. Antes, comentó el encargado, les llegaba de lunes a miércoles. A la fecha, con suerte, viene en la mañana y en la tarde durante algunas horas, aunque sin horario fijo.


08-06-18




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