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viernes, 15 de junio de 2018

Militarismo chapucero, por @fabrahamgr




Dr. Abraham Gómez 14 de junio de 2018
@fabrahamgr 

Si nos atuviéramos nada más que a la retórica vacía que a cada rato escuchamos de los propagandistas de este esperpento sociopolítico que ellos llaman revolución, no habría motivos para temer. Por cuanto, así como son incongruentes con la supuesta ideología que propalan, del mismo modo transpiran insustancialidad en las consignas que vocean.

Un día se les antoja elevar proclamas altisonantes para acabar con todo lo que signifique pasado —Cuarta República, según sus pretensiones--- sin tener la menor noción del verdadero modo cómo se ha construido la  Historia  Republicana de nuestro país.

No hay en los incitadores de este vergonzoso “socialismo del siglo XXI” suficientes asideros teóricos que le den plataforma a lo que dicen. No poseen, incluyendo a militarotes, apreciable piso argumentativo que fortalezca el discurso con el cual aspiran convencer.

 Se les abren las costuras  por donde quiera y dejan al descubierto las engañifas de su cansona retórica.

 Hoy balbucean babosadas, mañana regurgitan en sentido contrario.

El mayor señuelo o gancho para pescar incautos: poner a militares en detestables bufonadas, es una aberración.

Escuchar a militares repetir, como clientela fija del régimen: “Viviremos y Venceremos”, “Chávez vive, la lucha sigue”, “ Viviremos y Venceremos”, “ El sol sale por el Esequibo” ( sin saber dónde les queda el Esequibo), trae a la memoria con ingrata recordación aquella consigna “patria o muerte” del totalitario régimen cubano. Exactamente, tales estrategias de contaminación política han introducido en los cuarteles venezolanos, con la sumisa complacencia de la superioridad castrense.

La fuerza armada venezolana (minúsculas adrede) ha devenido en una vergüenza nacional.  Parece que a la oficialidad lo que le interesa es seguir usufructuando las prebendas y canonjías que consiguen por y a través de medios e instrumentos nada lícitos.

Cuando los militares venezolanos desembuchan, como autómatas: “patria, socialismo o muerte”, “las fuerzas armadas son socialistas, antiimperialistas y profundamente chavistas” contrarían el espíritu, propósito y razón de nuestra Constitución Nacional en su artículo 328 que a la letra señala:

“La Fuerza Armada Nacional constituye una institución esencialmente profesional, sin militancia política, organizada por el Estado para garantizar la independencia y soberanía de la Nación y asegurar la integridad del espacio geográfico, mediante la defensa militar, la cooperación en el mantenimiento del orden interno y la participación activa en el desarrollo nacional, de acuerdo con esta Constitución y con la ley. En el cumplimiento de sus funciones, está al servicio exclusivo de la Nación y en ningún caso al de persona o parcialidad política alguna. Sus pilares fundamentales son la disciplina, la obediencia y la subordinación. La Fuerza Armada Nacional está integrada por el Ejército, la Armada, la Aviación y la Guardia Nacional, que funcionan de manera integral dentro del marco de su competencia para el cumplimiento de su misión, con un régimen de seguridad social integral propio, según lo establezca su respectiva ley orgánica”.

Estamos seguros que una vez que este tormento orgiástico sea derrocado, los militares tendrán que responder ante la justicia por las múltiples tropelías cometidas, los desmanes desatados,  los silencios cómplices y las  ejecuciones contra los Derechos Humanos: delito que no prescribe.

Ya es bastante conocido que desde los cuarteles venezolanos, dirigidos coactivamente por cubanos, han decretado para la ciudadanía venezolana un pensamiento único, adocenado, acrítico e inflexible. Alguna voz en vía contraria debe acallarse y destruirse; por eso encarcelan a tantos inocentes, presos de conciencia; por el único hecho de emitir una voz disidente.

De lo que si estamos seguros, porque nos lo relata la historia, es que los militarotes siempre han temido a las explosivas manifestaciones de los pueblos enardecidos.-


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