Por Carlos Romero M., 31/12/2013
Las horas del reloj vamos contando y minuto a minuto van pasando. En familia, juntos esperamos el anuncio del año nuevo. Como es tradición, la radio entra en acción y con el himno nacional, seguido del clásico “yo no olvido el año viejo”, nos acompaña en el conteo regresivo, al ritmo vamos comiendo uvas, para culminar en una tormenta de abrazos, con los cuales nos vamos diciendo entre familia y amigos: “feliz año”.
Sin retraso entra el 2014, un año más, que arranca con la nostalgia de mirar a un país que es dificil de reconocer, hoy Venezuela está vacía de identidad. Nos cuesta mirar el 2014 con olor de progreso y prosperidad. El 2014 llega con un rostro triste.
Venezuela en el 2014 nos reclama fe, esperanza, que se sostengan en valentía, compromiso, entrega y voluntad. El voto no es suficiente para impulsar el desarrollo de un país, requiere mucho más, necesita alimentarse del espíritu ciudadano. El país reclama que en tiempos no electorales, finalmente podamos tomarnos el tiempo en pensar ¿qué clase de ciudadanos somos?, para contribuir a alimentar el déficit de ciudadanía que golpea las bases de nuestra República.
Que en el 2014 fortalezcamos nuestra unión familiar, con fe y esperanza, y que desde la fuerza de la familia, podamos contribuir en la búsqueda de esos valores ciudadanos, que aprendimos todos en casa y en el colegio cuando eramos pequeños y con los cuales hoy necesitamos reencontrarnos.
Los retos que tenemos en el 2014 son enormes, como enorme es la fuerza del Venezolano.
Feliz Año 2014.
Carlos Romero M.
@carome31
http://fundesmu.wordpress.com
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