Por Carlos Romero M., 15/08/2016
La Encíclica Laudato Si reconoce la necesidad de incorporar a los
actores locales en la tarea de enfrentar los desafíos que plantea los problemas
comunes del Planeta. El Papa hace un
llamado para que la generación presente actúe con responsabilidad pensando en
las generaciones futuras y en tal sentido, es oportuno señalar que en
Venezuela, el artículo 127 de la Constitución reconoce que esa labor de cuidar
el ambiente no sólo es un deber, sino que también es un derecho.
El primer capítulo de Laudato Si, identifica los principales problemas
que afectan a la “Casa Común”, que es la forma como el Papa Francisco se
refiere al Planeta Tierra; esos problemas son: la contaminación ambiental,
producida por el manejo de los residuos; el agua potable y limpia; el
crecimiento desmedido y desordenados de las ciudades; los riesgos sobre la
biodiversidad y la rapidez con la que se impone el mundo digital y que no
necesariamente avanza previendo garantizar el bien común.
El capítulo V de la Encíclica es dedicado al diálogo como línea de
acción básica y fundamental, en su contenido se exhorta a que los habitantes
tenga un espacio privilegiado en ese diálogo, pues resulta imposible repensar
la relación del hombre con el ambiente, sin incluirlo como actor y sin valorar
las particularidades de cada cultura, de cada sociedad, pues como bien señala
la Encíclica, la calidad de vida no es algo que se pueda imponer, por el
contrario, la misma debe ser asumida y entendida desde cada dinámica en particular.
Para que ese diálogo funcione, el Papa Francisco recuerda que es
esencial la información, lo que supone, que todos los actores involucrados
tengan la oportunidad de valorar los riesgos, las posibilidades, pero es
esencial, advierte la Encíclica que la participación de los ciudadanos
trascienda a la simple decisión de un proyecto, para llegar a los niveles de
seguimiento y monitoreo de esos proyectos. La sinceridad y la verdad en las
discusiones científicas y políticas, deben acompañar el contenido de la
información y el espíritu del diálogo.
La Encíclica Laudato Si expresa su confianza en la capacidad de las
instancias locales de impulsar grandes cambios; principalmente, porque reconoce
que en esas instancias es donde mejor se puede orientar algunas acciones
concretas como la modificación del consumo, el desarrollo de una economía de
residuos y reciclaje, la protección de especies y la programación de una
agricultura diversificada con rotación de cultivos.
Una interesante iniciativa que puede representar un importante ejemplo
de cómo se concreta el llamado a diálogo y a enfrentar los problemas de la Casa
Común expresados en la Laudato Si desde actores locales y mediante un diálogo
formal, se ubica en Argentina y es
denominada Pacto de San Antonio de Padua.
La iniciativa argentina fue impulsada desde enero 2016 por un grupo de
intendentes del partido judicialista de la Provincia de Buenos Aires y a lo
largo de estos meses, se han sumado al Pacto Alcaldes de Chile[1][1]
y Gobernadores y Alcaldes del Uruguay[2][2].
El Pacto de San Antonio de Padua se presenta en su portal web como un
compromiso para adoptar políticas y acciones en materia social frente a las
necesidades y problemas que requieren atención.
Su contenido, señala el material que sirve de fundamento a este Pacto,
resulta de las reflexiones del Papa Francisco, que de manera reiterada ha
señalado el imperativo moral de atender la crisis de los excluidos del sistema
y el daño ambiental que pone en riesgo la convivencia en esa Casa Común[3][3].
Independientemente de las fuerzas políticas que han impulsado este
documento con el apoyo de la Iglesia Católica, el Pacto per sé, representa un
esfuerzo importante por acercar la Laudato Si al ciudadano a través de los
compromisos políticos de asumir con acciones y decisiones los desafíos que
plantean los problemas que afectan a cada ciudadano.
El Pacto de San Antonio de Padua, asume el compromiso de abordar 10
distintos temas, a saber:
- Lucha contra el narcotráfico.
- Prevención de la drogodependencia.
- Lucha contra el Hambre.
- Combate contra la violencia de género.
- Defensa de la familia y rechazo al aborto.
- Impulso de las energías renovable.
- Combate de la pobreza.
- Acceso universal a la salud, la educación y el agua potable.
- Erradicación del abuso infantil y la trata de personas.
- Creación de observatorios par cambiar los paradigmas de conductas hacia el cuidado de la causa común.
Estos 10 temas, son coherentes y están directamente conectados por un
lado con la Laudato Si y por el otro, con los 17 Objetivos de Desarrollo
Sustentable aprobados en septiembre 2015 por la Asamblea General de la
ONU.
¿Qué tipo de mundo queremos dejar a quienes nos sucedan, a los niños
que están creciendo?, pregunta el Papa en la Encíclica Laudato Si y pareciera
que una iniciativa como ésta, se convierte en una fórmula válida para buscar la
respuesta a esa inquietud, que será una solución integral y con importante base
de legitimidad, en la medida que los habitantes y sus comunidades sean
efectivamente involucrados. El tiempo permitirá valorar si esto fue un intento
más o un compromiso sólido y sostenible.
[1] Inforegión.com.ar. Intendentes ratificaron Pacto San Antonio de
Padua. 01 de marzo de 2016. Online en: http://www.inforegion.com.ar/noticia/177583/intendentes-ratificaron-el-pacto-de-san-antonio-de-padua
[2] Diagonales.com.
El Pacto de San Antonio de Padua cruza fronteras: adhirieron los 19
Gobernadores y 115 Alcaldes de Uruguay.
21 de julio de 2016. Online
en: http://www.diagonales.com/369-El-Pacto-de-San-Antonio-de-Padua-cruza-fronteras-adhirieron-los-19-Gobernadores-y-115-Alcaldes-de-Uruguay.note.aspx
[3] Pacto de San Antonio de Padua.
Recuperado el 10 de agosto de 2016. Online en: http://www.pactodepadua.com.ar/
Carlos Romero M.
@Carome31
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