Por José Guerra
Cuatro rectoras del Consejo
Nacional Electoral, las señoras Lucena, Damelio, Oblitas y Hernández, se han
convertido en un verdadero obstáculo para el normal funcionamiento de los
procesos electorales en Venezuela. El diciembre de 2016 se vence el período
para el cual fueron electos los gobernadores y hasta hoy esas cuatro señoras ni
siquiera se han dignado a programar los comicios, que obligatoriamente deben
realizarse en 2016, para elegir a los nuevos gobernadores. Es más, ni siquiera
hablan del caso dando por entendido que no se realizarían esas elecciones,
violando la ley.
Algo similar ocurre con la
solicitud de referendo revocatorio activada por la Unidad Democrática desde
marzo de 2016. Han inventado todas las excusas posibles de imaginar para
ponerle trabas a esta hecho democrático. Primero exigieron la recolección de
1,0% de las firmas y recogidas éstas, dieron un plazo de diez días para
retirarlas e impugnar esas firmas en una estrategia de ganar tiempo. Luego de
realizada la ratificación de las firmas se introduce la solicitud que debería
ser respondida por el CNE en un plazo de quince días. Pasado este plazo no dan
respuesta. Segundo, el único requisito que exige la Constitución vigente
es la recolección del 20,0% del padrón electoral y tampoco han establecido la
fecha para ese proceso. El lenguaje críptico con el cual se expresa la
presidenta del CNE Tibisay Lucena se presta para cualquier interpretación. Se
ha hecho la señora Lucena una persona enigmática y lamentablemente repudiada
por más de tres cuartas partes de los venezolanos.
El CNE, bajo la dirección de
las cuatro rectoras antes mencionadas, funciona como la secretaría electoral
del PSUV. No hay una decisión importante que ellas puedan tomar sin que
previamente consulten con su jefe Jorge Rodríguez y éste con Nicolás Maduro y
Diosdado Cabello. Solamente cuando se trata de cuestiones obvias es que ellas
deciden por sí mismas.
La pregunta relevante que
cabe formular es la siguiente: ¿Por qué razón el CNE ha puesto tantas trabas a
la realización de las elecciones de gobernadores y al referendo revocatorio? La
respuesta hay que buscarla en las encuestas. De acuerdo con un estudio reciente
de Datanálisis de finales de julio, el 75,0% de los venezolanos tiene una
valoración negativa de Maduro mientras que apenas 21,0% lo juzga positivamente.
En cuanto al PSUV, el apoyo ha caído dramáticamente hasta un raquítico 19,0%
después de haber tenido un respaldo de 45,0% en tiempos de Chávez
Con estos números no se gana
ninguna elección. Pero el número clave es este: si hoy se realizara el
referendo, un 60,0% revocaría a Maduro y solamente 20,0% votaría por no
revocarlo. Esta es la causa de fondo por la cual estas cuatro señoras que ya
pasaron a la historia por indignas, pretenden desconocer la voluntad del
pueblo. Por cierto, en su rechazo, Tibisay Lucena arrastra al CNE, toda vez que
75,0% de los consultados desconfían del ente mientras que apenas 21,0% le tiene
confianza. Demorar para intentar ganar tiempo eso es lo que pretende la señora
Lucena.
14-08-16
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