Luis Manuel Esculpí 16 de agosto de 2016
El
ministro recién designado cumple con el ritual. Anuncia un nuevo plan, será el
número veinticinco Como siempre no estará acompañado de una evaluación. Los
veinticuatro anteriores no han sido exitoso, por el contrario el fracaso en
materia de seguridad ha sido una constante. Sigue siendo uno de los más graves problema
que confrontamos, solo superado por la terrible inflación y la espantosa
escasez.
Entre
tanto aparecen nuevos y sofisticados delitos. Las bandas organizadas poseen
armas de guerra de las más modernas, las granadas fragmentarias forman parte
esencial de su arsenal.
El mes
de julio se registraron 535 muertes violentas en la regional capital,
ratificando así su condición de ciudad más violenta del mundo. Nuestro país se
ubica como el segundo más violento, después de Honduras, el año pasado hubo 27.
875, lo que significa una tasa de 82 muertos por cada cien mil habitantes, ocho
veces más que el promedio mundial. Una de cada cinco muertes violentas en
América ocurre en Venezuela.
En
Foro organizado por la Fundación Espacio Abierto hace un par de meses donde
participaron especialistas como el abogado criminalista Fermín Mármol García,
el periodista Javier Ignacio Mayorca y el padre Alejandro Moreno surgieron
importantes revelaciones.
Fermín
Mármol expuso la tesis sobre la existencia de ocho bloques criminales, Mayorca
detalló rasgos del comportamiento de las bandas de "El Picure" y
"Juvenal", lo que más resultó llamativa para los periodistas y así
fue trasmitido por los medios de comunicación, fue la revelación del sacerdote
Alejandro Moreno que las bandas que operan en el barrio el 70 de El Valle y en
la cota 905 emplean drones para detectar la presencia policial.
A mí
en particular me llamo especial atención otro señalamiento del padre Moreno:
" ahora se ven muy pocos niños de la calle porque son reclutados a muy
temprana edad por las bandas delictivas. Tenemos la red de casa Don Bosco para
atender esos niños hasta los 10 años, pero diez años para arriba están en las
bandas"..."es un problema muy grave que nadie toma en consideración
".
Los
niños que solicitan ayuda - a veces acompañados por sus padres- para
alimentarse consecuencia del hambre, del resultado de la política económica
adelantada por el gobierno.No es la misma situación a la cual se refirió el
presidente electo el seis de diciembre de 1988 donde se prohibió a sí mismo que
hubiera niños de la calle en Venezuela. Una década después señaló que diez años
antes habían registrado más de ocho mil niños de la calle, pero que ya esa
situación se había superado.
El que
hoy no se perciba tal situación no implica que sea necesariamente el resultado
del éxito de las misiones hijos de la patria o hijos de Venezuela, de acuerdo a
la afirmación del sacerdote una de las razones por las cuales no se visualizan
como en el pasado niños en situación de calle, es sumamente alarmante en el
sentido de que las bandas organizadas han realizado actividades de captación
hacia ese sector.
El
fracaso de la políticas en materia seguridad supera en demasía los 25 planes
anunciados durante todo este tiempo. En esa área al igual que en las políticas
públicas fundamentales se requiere con urgencia cambiar de rumbo. Este gobierno
no está en capacidad de rectificar, de superar la crisis general que agobia a
la sociedad. La exigencia del cambio político no es un capricho, constituye una
imperiosa necesidad. La realización del referéndum revocatorio este año es una
tarea prioritaria para las fuerzas democráticas, disponer todo el esfuerzo en
esa dirección trasciende la presente coyuntura y posee un contenido de gran
aliento. Sin abusar del término constituye una misión verdaderamente histórica.
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