Por José Guerra
La última encuesta de
Venebarómetro finalizada el 22 de junio de 2016 refleja muy bien la situación
económica y política de Venezuela. Expresa ante todo el desplome del gobierno
de Maduro y del PSUV. Atrás quedaron aquellos números astronómicos de
popularidad que exhibía el presidente Chávez, que en su mejor momento logró
contar con 70,0% de apoyo y el PSUV mantuvo un sólido 45,0%. En la hora más
desfavorable el presidente Chávez nunca bajó de 38,0%. Ese fue su piso.
Pero las cosas han cambiado
y actualmente el 92,9% de los venezolanos evalúa negativamente la situación
debido al desastre que significa el gobierno madurista el cual está llevando al
país a la ruina. El 73,4% de los entrevistados valora de forma negativa al
gobierno mientras que un debilitado y con tendencia a bajar, 25,5% considera
que lo está haciendo bien. Por su parte, el PSUV apenas cuenta con el 25,0% de
respaldo cuando llegó a sostener 45,0% de apoyo hace dos años. Con estas cifras
en su haber es literalmente imposible que el gobierno y partido puedan ganar ni
siquiera las elecciones de un equipo de bolas criollas. Por eso su empeño, con
la complicidad de Tibisay Lucena, de retrasar hasta donde sea posible la
realización del referendo revocatorio y dejar sin anunciar la fecha para las
elecciones de gobernadores.
El rostro de la crisis es el
pueblo de Venezuela y su hambruna. Solamente el 38,8% de los venezolanos come
tres veces al día mientras que el 44.0% lo hace apenas dos veces por día, no
porque estén haciendo dietas, sino porque no consiguen alimentos. Ello ha
determinado que más de 60,0% de los entrevistados culpe a Maduro y al gobierno
de la crisis, mientras que el discurso de la guerra económica y su portentosa
maquinaria de propaganda que lo lleva a cabo, luce desgastado con solamente
9,3% de los venezolanos que cree en esa tesis.
Desde el punto de vista de
los bloques políticos, el 66,0% de los ciudadanos declara ser de oposición en
tanto que un escuálido 27,0% simpatiza con el oficialismo. Dos datos
adicionales resultan fundamentales de la encuesta referida. En primer lugar, el
37,0% de los venezolanos consultados piensa que la doctrina de Chávez debe ser
mantenida pero el 55,4% considera que la misma debe ser descartada. Es decir,
las ideas de Chávez, a pesar de la propaganda incesante ya no son atractivas y
ello es natural que ocurra. En segundo, lugar el líder del PSUV con mejor
valoración en el país no es Nicolás Maduro, sino Elías Jaua y el peor visto,
desde lejos, es Diosdado Cabello, quien aparentemente tiene mucho poder pero un
enorme rechazo. Esos dos hechos son para pensar tanto en el futuro de un
gobierno tambaleante como de un partido que, con su actual conducción, no es ni
la sombra de que fue. No obstante, con una nueva dirección política ese partido
puede jugar un papel en la Venezuela que ahora abre los ojos al cambio.
31-07-16
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